Los vaults son una de esas ideas en cripto que parecen sencillas y que la mayoría cree comprender, pero esa simplicidad es engañosa. Bajo la superficie, los vaults han pasado a ser uno de los primitivos más incomprendidos y, al mismo tiempo, estratégicamente relevantes en todo el ecosistema.
Durante el DeFi Summer, el “vault” era una interfaz ingeniosa para el yield farming automatizado. Yearn convirtió un proceso caótico y manual (saltar entre farms, acumular tokens de gobernanza) en algo que parecía mágico. Deposita aquí, y la estrategia opera por ti. Era una abstracción nativa de internet, y funcionaba.
Pero 2025 es otro escenario.
Las Tokenized Treasuries han evolucionado de simples pruebas de decenas de millones a casi 9 000 millones de dólares en activos gestionados, con BlackRock, Franklin y Société Générale como participantes destacados.
Los RWA, excluyendo stablecoins, superan ya las decenas de miles de millones.
Las stablecoins han sobrepasado los 300 000 millones de dólares, y los emisores son cada vez más sofisticados.
Los Risk Curators y Onchain Allocators, una industria prácticamente inexistente hace pocos años, ahora gestionan más de 20 000 millones de dólares en cerca de 100 firmas.

La visión de los vaults como simples “máquinas de yield” ha quedado obsoleta. Ahora evolucionan hacia wrappers de fondos, funcionando como análogos programables de fondos monetarios, crédito estructurado y, cada vez más, estrategias de hedge fund.
Y aquí surge una peligrosa confusión:
La mayoría de los vaults se venden como instrumentos de yield, pero en realidad son productos de riesgo.
El colapso de Stream, Elixir y otros lo evidenció. Cuando la industria trata el crédito estructurado como si fuera equivalente al dólar, el resultado es claro: riesgo descontrolado, despegues en cascada y fragilidad sistémica en protocolos de préstamo.
Este artículo pretende redefinir el modelo mental: qué son realmente los vaults, cómo se vinculan a las clases de activos reales y por qué el “DeFi de bajo riesgo” es la próxima frontera para la adopción financiera global.
Si eliminamos la interfaz y el marketing, un vault se reduce a lo esencial:
un motor de construcción de carteras integrado en una API.
Eso es, en esencia, un vault.
Si recibieras el term sheet de un fondo tradicional, preguntarías:
En cripto, este paso se ha omitido. Se habla de APY y no de clase de riesgo.
Y en los frontends DeFi, cinco estrategias radicalmente diferentes aparecen en la misma tarjeta colorida:

Los vaults son portales a cualquier activo onchain.
Falta lo esencial: ¿qué riesgo asumo?
¿Riesgo de contrato? ¿Contraparte? ¿Base? ¿Apalancamiento? ¿Crédito? ¿Todos?
Esta opacidad tiene consecuencias: los usuarios minoristas pueden asumir riesgos que no conocen y sufrir pérdidas inesperadas (que pueden atraer la atención regulatoria); los institucionales rechazan el sector por falta de profesionalidad y transparencia.
Además, usar el Yield como único criterio competitivo perjudica la gestión de riesgos: protocolos y curadores asumen cada vez más riesgo para superar a la competencia.
Con la entrada institucional de cripto, esto debe cambiar.
Para entender los yields de los vaults DeFi, necesitamos una referencia:
¿Qué paga el mundo real por cada tipo de riesgo?
Durante casi un siglo, los investigadores han recopilado datos sobre las principales clases de activos.
Aswath Damodaran mantiene una serie histórica para EE. UU. sobre acciones, bonos y letras desde 1928; el Global Investment Returns Yearbook analiza los retornos globales desde 1900.

Fuente: novelinvestor.com
Los datos son sorprendentemente consistentes:
La inflación media fue cercana al 3 %, por lo que los retornos reales son unos 3 puntos porcentuales menores. No son predicciones exactas, pero sí una guía de lo plausible a largo plazo.
Cada retorno implica riesgos y compensaciones que el inversor asume.
Definición
La referencia “libre de riesgo” del sistema financiero (deuda pública estadounidense a corto plazo, fondos monetarios).
Retorno histórico
Motivo del pago: solo el valor temporal del dinero, sin riesgo de crédito y duración mínima.
Compensaciones: la inflación erosiona el rendimiento y el poder adquisitivo; tras comisiones y fricciones, el retorno real a largo plazo es cercano a cero.
Son útiles para aparcar efectivo, no para hacer crecer el patrimonio.
Definición
Deuda emitida por gobiernos y empresas de distinta calidad. Prestas dinero y recibes cupones y devolución del principal.
Retorno histórico
Motivo del pago:
Compensaciones: las carteras de bonos pueden sufrir cuando suben los tipos (por ejemplo, 2022), los retornos reales pueden ser bajos o negativos con inflación alta, y los eventos de crédito pueden causar pérdidas permanentes.
“Bonos” engloba un universo de instrumentos con riesgos y retornos diversos: analizar la salud del deudor es clave para definir el riesgo.
Definición
Propiedad de empresas. Exposición a beneficios, innovación y crecimiento económico.
Retorno histórico
Motivo del pago:
Compensaciones: aunque la renta variable suele superar a bonos y letras a largo plazo, las correcciones del 30–50 % no son excepcionales (Japón, Europa 2000–2018), sobre todo si se considera la inflación.
Definición
Propiedades generadoras de ingresos: residencial, comercial, logística, etc.
Retorno histórico
Motivo del pago:
Compensaciones:
En la práctica, aunque el real estate ha sido útil contra la inflación, es un sector complejo e ilíquido que no puede tratarse como equivalente de efectivo.
Definición
Inversiones ilíquidas y a largo plazo en empresas privadas y proyectos, como buyouts, growth equity, venture capital en fases iniciales o situaciones especiales.
Retorno histórico
Los datos muestran gran dispersión: el rendimiento medio se acerca a un solo dígito real tras comisiones y sesgo de supervivencia.
Motivo del pago
Compensaciones: el capital queda bloqueado durante años y, a menudo, sin mercado secundario. Muchos fondos rinden peor que los públicos tras comisiones, pese al mayor riesgo.
La síntesis de los datos históricos revela una verdad simple:
No hay ninguna clase de activo en el mundo real que pague yields altos sin asumir riesgos elevados en algún punto.

Un modelo mental útil para interpretar los yields de los vaults es la escalera de yield:
Durante un siglo de datos de mercado, esta escalera ha resistido guerras, hiperinflación, booms tecnológicos y cambios de tipos.
Poner una cartera onchain no altera su naturaleza. Así que, ante un vault DeFi, pregunta:
Bajo el marketing y la interfaz, la realidad es clara:
Los instrumentos similares al efectivo ofrecen retornos nominales bajos y reales casi nulos.
El crédito investment-grade paga algo más por duración y riesgo de impago.
El crédito high-yield y la renta variable ofrecen retornos altos y bajos dobles dígitos.
Solo el private equity, venture y los hedge funds han ofrecido históricamente yields sostenidos de doble dígito medio o superior, a cambio de iliquidez, opacidad y riesgo real de pérdida permanente.
Llevar estas carteras onchain no cambia la relación entre riesgo y recompensa. En los frontends DeFi actuales, cinco perfiles de riesgo distintos aparecen bajo la misma tarjeta: “Deposita USDC, gana X %”, sin indicar si asumes riesgo de efectivo, IG credit, junk credit, renta variable o hedge fund.
Esto ya es problemático para el usuario individual, que puede terminar asegurando productos de crédito complejos o estructuras apalancadas que no comprende.
Pero también tiene un efecto sistémico: cada producto en una “categoría” tiende a maximizar el riesgo para competir en yield. Las configuraciones seguras parecen “subrendimiento” y se descartan. Curadores y protocolos que asumen más crédito, apalancamiento o base son premiados, hasta que ocurre un evento tipo Stream o Elixir que recuerda lo que realmente se estaba asumiendo.
La escalera de yield es más que una herramienta pedagógica; es el inicio de un lenguaje de riesgo que la industria necesita. Si respondemos sistemáticamente dos preguntas para cada vault:
podremos juzgar el rendimiento por clase de riesgo, evitando una carrera indiscriminada de APY en todo el ecosistema.
En las próximas partes de esta serie, aplicaremos este marco a cripto. Primero, analizaremos los principales vaults y colapsos en la escalera para ver qué indicaban sus yields. Después, revisaremos qué debe cambiar: etiquetas, estándares, prácticas de curadores y diseño de sistemas.





