Recientemente he organizado las experiencias de mi vida a lo largo de los años. No hay ninguna verdad profunda y misteriosa, todo son conocimientos adquiridos a través de las luchas y desafíos de la vida real. Permíteme contarlo despacio.
Primero, evita hacer cosas incorrectas. Una vez que encuentres un error, detente de inmediato. Al mismo tiempo, no te apresures a actuar sobre lo que podría ser correcto pero también podría estar equivocado. En cambio, debemos dedicarnos por completo a las cosas que ya se han identificado como correctas y perseverar hasta que tengamos éxito.
Al reflexionar cuidadosamente sobre estas experiencias, te darás cuenta de que en realidad reflejan nuestra forma de interactuar con el mundo. La actitud que tenemos hacia los demás a menudo se devuelve a nosotros de manera similar.
Sin embargo, a menudo subestimamos el poder de las palabras y los pensamientos. Cada palabra y acción de cada persona, incluso cada pensamiento que cruza por su mente, en esencia, está creando algún tipo de influencia. Estas acciones se acumulan en una potencia potencial que afecta nuestro estado de vida y trayectoria personal en el futuro.
Ya que nuestras palabras finalmente tendrán un impacto, ¿por qué no decir algunas cosas más positivas y constructivas? En lugar de esperar pasivamente el amor y la calidez de los demás, es mejor ser proactivo en dar y ofrecer.
Primero iluminemos nuestra propia lámpara, sin apresurarnos a buscar la luz de los demás. Cuando uno se vuelve brillante, el mundo que lo rodea también se ilumina gradualmente. Esta es la sabiduría de vida que se comprende a través de la práctica, es simple pero profunda, y merece ser saboreada con atención.
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
Recientemente he organizado las experiencias de mi vida a lo largo de los años. No hay ninguna verdad profunda y misteriosa, todo son conocimientos adquiridos a través de las luchas y desafíos de la vida real. Permíteme contarlo despacio.
Primero, evita hacer cosas incorrectas. Una vez que encuentres un error, detente de inmediato. Al mismo tiempo, no te apresures a actuar sobre lo que podría ser correcto pero también podría estar equivocado. En cambio, debemos dedicarnos por completo a las cosas que ya se han identificado como correctas y perseverar hasta que tengamos éxito.
Al reflexionar cuidadosamente sobre estas experiencias, te darás cuenta de que en realidad reflejan nuestra forma de interactuar con el mundo. La actitud que tenemos hacia los demás a menudo se devuelve a nosotros de manera similar.
Sin embargo, a menudo subestimamos el poder de las palabras y los pensamientos. Cada palabra y acción de cada persona, incluso cada pensamiento que cruza por su mente, en esencia, está creando algún tipo de influencia. Estas acciones se acumulan en una potencia potencial que afecta nuestro estado de vida y trayectoria personal en el futuro.
Ya que nuestras palabras finalmente tendrán un impacto, ¿por qué no decir algunas cosas más positivas y constructivas? En lugar de esperar pasivamente el amor y la calidez de los demás, es mejor ser proactivo en dar y ofrecer.
Primero iluminemos nuestra propia lámpara, sin apresurarnos a buscar la luz de los demás. Cuando uno se vuelve brillante, el mundo que lo rodea también se ilumina gradualmente. Esta es la sabiduría de vida que se comprende a través de la práctica, es simple pero profunda, y merece ser saboreada con atención.