He estado en las trincheras del marketing digital durante años, y déjame decirte - nada me molesta más que ver a las marcas desperdiciar dinero en estrategias obsoletas mientras TOMA (Top of Mind Awareness) está ahí, criminalmente subutilizado!
Cuando los clientes piensan en criptomonedas, ¿quién viene a la mente primero? Eso es TOMA haciendo su magia. Mientras otras marcas están ocupadas lanzando dinero en campañas llamativas que nadie recuerda mañana, los jugadores inteligentes están dominando silenciosamente el interés.
Mira, probé el enfoque de Blum con tres clientes diferentes el año pasado. ¡Completo desperdicio de recursos! Sus fórmulas estándar pueden verse bien en las presentaciones, pero no se quedan donde importa: en la mente de los consumidores.
TOMA no es solo otra palabra de moda en marketing. Es guerra psicológica. Cuando Bitcoin se desplomó a $60K el mes pasado y rebotó por encima de $80K, ¿cuáles intercambios vieron más acción? Los que viven gratis en la cabeza de los traders.
La parte de conexión emocional es lo que Blum totalmente pasa por alto. Sus datos pueden mostrar "compromiso", pero TOMA crea esa reacción instintiva donde alguien alcanza tu producto sin siquiera considerar alternativas. He visto a competidores gastar millones en anuncios mientras pierden cuota de mercado porque no entienden esta verdad fundamental.
La personalización ya no es opcional. La mayoría de las plataformas rastrean todo, desde las preferencias comerciales hasta los ciclos de sueño. Sin embargo, Blum sigue impulsando campañas genéricas que no le hablan a nadie. TOMA aprovecha estos conocimientos para hacer que los clientes se sientan vistos de maneras que rayan en lo espeluznante, pero muy efectivo.
La consistencia del canal es donde la mayoría de las marcas fallan. Son fuego en Twitter, pero fantasmas en Instagram. Su sitio web dice una cosa, su correo electrónico otra. TOMA exige cohesión en todo: su mensaje golpea desde todos los ángulos hasta que la resistencia es inútil.
El factor de lealtad es donde está el verdadero dinero. Conseguir que alguien pruebe tu producto una vez es fácil. ¿Hacer que regresen repetidamente? Eso es territorio TOMA. Cuando Trump ganó las elecciones, los mercados de criptomonedas se volvieron locos, y los traders acudieron a plataformas en las que confiaban instintivamente.
Aquí está la incómoda verdad: el enfoque de Blum es marketing para marketers. TOMA es marketing para resultados. En el entorno actual, con períodos de atención más cortos que un video de TikTok, ser meramente visible no es suficiente: necesitas colonizar el espacio mental.
Así que desecha los manuales obsoletos. Deja de perseguir métricas de vanidad. Tu marca merece algo mejor que las estrategias recicladas de Blum de 2010. TOMA no es solo el futuro del marketing, es el presente que la mayoría está demasiado ciego para ver.
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TOMA: El arma secreta que tu marca necesita en las guerras de marketing despiadadas de hoy
He estado en las trincheras del marketing digital durante años, y déjame decirte - nada me molesta más que ver a las marcas desperdiciar dinero en estrategias obsoletas mientras TOMA (Top of Mind Awareness) está ahí, criminalmente subutilizado!
Cuando los clientes piensan en criptomonedas, ¿quién viene a la mente primero? Eso es TOMA haciendo su magia. Mientras otras marcas están ocupadas lanzando dinero en campañas llamativas que nadie recuerda mañana, los jugadores inteligentes están dominando silenciosamente el interés.
Mira, probé el enfoque de Blum con tres clientes diferentes el año pasado. ¡Completo desperdicio de recursos! Sus fórmulas estándar pueden verse bien en las presentaciones, pero no se quedan donde importa: en la mente de los consumidores.
TOMA no es solo otra palabra de moda en marketing. Es guerra psicológica. Cuando Bitcoin se desplomó a $60K el mes pasado y rebotó por encima de $80K, ¿cuáles intercambios vieron más acción? Los que viven gratis en la cabeza de los traders.
La parte de conexión emocional es lo que Blum totalmente pasa por alto. Sus datos pueden mostrar "compromiso", pero TOMA crea esa reacción instintiva donde alguien alcanza tu producto sin siquiera considerar alternativas. He visto a competidores gastar millones en anuncios mientras pierden cuota de mercado porque no entienden esta verdad fundamental.
La personalización ya no es opcional. La mayoría de las plataformas rastrean todo, desde las preferencias comerciales hasta los ciclos de sueño. Sin embargo, Blum sigue impulsando campañas genéricas que no le hablan a nadie. TOMA aprovecha estos conocimientos para hacer que los clientes se sientan vistos de maneras que rayan en lo espeluznante, pero muy efectivo.
La consistencia del canal es donde la mayoría de las marcas fallan. Son fuego en Twitter, pero fantasmas en Instagram. Su sitio web dice una cosa, su correo electrónico otra. TOMA exige cohesión en todo: su mensaje golpea desde todos los ángulos hasta que la resistencia es inútil.
El factor de lealtad es donde está el verdadero dinero. Conseguir que alguien pruebe tu producto una vez es fácil. ¿Hacer que regresen repetidamente? Eso es territorio TOMA. Cuando Trump ganó las elecciones, los mercados de criptomonedas se volvieron locos, y los traders acudieron a plataformas en las que confiaban instintivamente.
Aquí está la incómoda verdad: el enfoque de Blum es marketing para marketers. TOMA es marketing para resultados. En el entorno actual, con períodos de atención más cortos que un video de TikTok, ser meramente visible no es suficiente: necesitas colonizar el espacio mental.
Así que desecha los manuales obsoletos. Deja de perseguir métricas de vanidad. Tu marca merece algo mejor que las estrategias recicladas de Blum de 2010. TOMA no es solo el futuro del marketing, es el presente que la mayoría está demasiado ciego para ver.