La contundente advertencia de Robert Kiyosaki: Mi opinión sobre la próxima tormenta financiera

He estado siguiendo a Kiyosaki durante años y, francamente, estoy cansado de sus perpetuas predicciones del fin del mundo. ¡Este tipo ha estado gritando sobre el colapso económico desde siempre! Ahora está en eso de nuevo, advirtiendo sobre un catastrófico colapso en 2025 que supuestamente hará que 2008 parezca un picnic.

Según él, todos deberíamos "rescatar nuestra propia situación" abandonando inversiones tradicionales como acciones y bonos. En su lugar, está promoviendo los mismos viejos activos alternativos: oro, Bitcoin, bienes raíces, mientras demoniza lo que él llama "dinero fiduciario falso."

Déjame ser directo: no estoy diciendo que esté completamente equivocado. La deuda de EE. UU. está absolutamente inflándose a niveles ridículos. ¡Pero vamos! Este hombre ha predicho 15 de las últimas 2 recesiones.

Lo que realmente me molesta es cómo está diciendo a la gente que Bitcoin se volverá "casi imposible de alcanzar para los pobres y la clase media" una vez que cruce los $100,000. Parece conveniente para alguien que ya está cargado de cripto, ¿no? Compra ahora o quédate atrás para siempre—táctica clásica de ventas basada en el miedo.

Los comentarios en su publicación son igualmente entretenidos. Algunos lo adoran como a un profeta, mientras que otros señalan que ha estado equivocado durante más de 20 años. Mi favorito: "Nunca tuvo éxito hasta que engañó a la gente haciéndoles creer en su libro y en su 'historia de éxito' y empezaron a pagarle." ¡Ay, pero no está del todo fuera de lugar!

Escucha, la diversificación tiene sentido, pero seguir ciegamente a gurús autoproclamados es peligroso. Kiyosaki hizo sus millones vendiendo libros que dicen a la gente cómo hacerse rica—no por su brillante inversión. Tal vez deberías tomar sus predicciones apocalípticas con un montón de sal.

El panorama económico está cambiando, pero eso no significa un colapso total. Las economías digitales y del conocimiento están evolucionando junto a los sectores tradicionales. ¿Quizás en lugar de entrar en pánico, deberíamos adaptarnos?