Esos ojos azul eléctrico. No puedes apartar la vista. La tribu Buton de Sulawesi los tiene—impactantes contra la piel oscura. No es lo que esperarías en el sudeste asiático.
Es el síndrome de Waardenburg. Algo genético. Afecta la pigmentación. También la audición.
Algunos dicen que los marineros portugueses podrían haberse mezclado hace siglos. Dejar su huella. Los científicos no están de acuerdo. Están bastante seguros de que es solo una mutación que se quedó. Fascinante, en realidad.
No muchas personas en el mundo tienen este síndrome. Súper raro. Sin embargo, aquí, en este pequeño rincón de Indonesia, se presenta. Algo sorprendente.
A los fotógrafos les encantan. ¡Esos ojos! ¡Ese contraste! Los científicos tampoco se cansan. Es 2025, y la tribu Buton sigue atrayendo a investigadores de todas partes. Su historia genética única—no está del todo claro cómo ocurrió todo. Pero estas poblaciones aisladas parecen guardar secretos sobre la diversidad humana que aún estamos intentando desvelar.
El pueblo Buton no pidió ser sujetos científicos. Pero sus ojos cuentan historias que nuestros genes han escrito.
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Los pueblos de ojos azules de Sulawesi
Esos ojos azul eléctrico. No puedes apartar la vista. La tribu Buton de Sulawesi los tiene—impactantes contra la piel oscura. No es lo que esperarías en el sudeste asiático.
Es el síndrome de Waardenburg. Algo genético. Afecta la pigmentación. También la audición.
Algunos dicen que los marineros portugueses podrían haberse mezclado hace siglos. Dejar su huella. Los científicos no están de acuerdo. Están bastante seguros de que es solo una mutación que se quedó. Fascinante, en realidad.
No muchas personas en el mundo tienen este síndrome. Súper raro. Sin embargo, aquí, en este pequeño rincón de Indonesia, se presenta. Algo sorprendente.
A los fotógrafos les encantan. ¡Esos ojos! ¡Ese contraste! Los científicos tampoco se cansan. Es 2025, y la tribu Buton sigue atrayendo a investigadores de todas partes. Su historia genética única—no está del todo claro cómo ocurrió todo. Pero estas poblaciones aisladas parecen guardar secretos sobre la diversidad humana que aún estamos intentando desvelar.
El pueblo Buton no pidió ser sujetos científicos. Pero sus ojos cuentan historias que nuestros genes han escrito.