CAGR en finanzas: una perspectiva personal sobre la herramienta de los inversores

Al enfrentarme a una avalancha de indicadores financieros, siempre he destacado uno en particular: CAGR (tasa de crecimiento anual compuesta). Sí, precisamente esta herramienta, que a primera vista parece poco notable, se ha convertido en una verdadera revelación para mí en la evaluación de la efectividad de mis inversiones.

CAGR - no es solo una fórmula seca para financieros. Para mí, es un espejo que refleja la verdadera imagen de mis inversiones. Cuando todas estas grandiosas promesas de las plataformas comerciales sobre "rendimientos increíbles" se estrellan contra las rocas de la realidad, solo queda la matemática objetiva.

La fórmula es simple, pero genial: CAGR = (valor final / valor inicial)^(1/número de años) - 1

Lo que me molesta de las descripciones oficiales del CAGR es el intento de presentarlo como una verdad absoluta. ¡Ja! Seamos honestos: es solo un modelo simplificado que supone un crecimiento uniforme, algo que en la realidad casi nunca ocurre. ¡Los mercados saltan como locos, especialmente cuando se trata de criptomonedas!

Recuerdo cómo apliqué el CAGR a mi cartera de altcoins de 2017 a 2019... La cifra se veía impresionante, pero no reflejaba en absoluto la montaña rusa de emociones por la que pasé. Todas esas noches sin dormir, pánico, euforia... El CAGR simplemente suavizó todo ese caos a un frío porcentaje.

Y aun así, sigo utilizando esta herramienta. ¿Por qué? Porque despoja implacablemente las máscaras de mis ilusiones de inversión. No le importan mis sentimientos o justificaciones, solo los números desnudos.

Utiliza el CAGR como una ducha fría para tus ambiciones de inversión. Pero no confíes en él ciegamente. Detrás de cada cifra hay una historia de altibajos que ninguna fórmula puede transmitir.

Y recuerda: los resultados pasados del CAGR nunca garantizan resultados futuros. Mi amarga experiencia lo confirma.