GESARA, la Ley de Seguridad y Reforma Económica Global, flota en los márgenes del discurso financiero. Un concepto curioso. Es esta visión amplia de transformación económica mundial que muchos creyentes apasionados defienden en línea. No es algo corriente.
¿La idea? Bastante radical. La deuda global borrada—simplemente desaparecida. Todo. Tu hipoteca, préstamos estudiantiles, incluso deudas nacionales. Imagina eso.
Entonces está todo este asunto de la reconfiguración financiera. El oro y la plata respaldando todo de nuevo. A la antigua. ¿El sistema bancario actual? Completamente renovado.
Los impuestos básicamente desaparecerían. No más formularios de impuestos sobre la renta. Solo un pequeño impuesto al consumo cuando compres cosas. Suena bien, ¿verdad?
Y paz. La paz global de alguna manera surge de toda esta reorganización económica. Las guerras simplemente se detienen.
Parece que GESARA evolucionó de algo llamado NESARA, una versión nacional que nunca se aprobó realmente en el Congreso. ¿La versión global? Aún más esquiva.
Para 2025, nada ha cambiado. Ningún documento oficial lo menciona. El FMI, el Banco Mundial, la ONU—ninguno reconoce a GESARA como real. Es un poco sorprendente cuán persistente sigue siendo la idea a pesar de esto.
Los expertos financieros ponen los ojos en blanco ante todo esto. Sin embargo, el concepto sigue vivo. La gente se aferra a él. Tal vez sea el sueño de comenzar de nuevo lo que resulta tan atractivo.
El gabinete de evidencias sigue vacío. No está del todo claro de dónde proviene todo esto. Pero para aquellos que esperan un cambio radical, GESARA aún brilla como un espejismo en la distancia.
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
¿Qué es GESARA? ¿Se convertirá en una realidad?
GESARA, la Ley de Seguridad y Reforma Económica Global, flota en los márgenes del discurso financiero. Un concepto curioso. Es esta visión amplia de transformación económica mundial que muchos creyentes apasionados defienden en línea. No es algo corriente.
¿La idea? Bastante radical. La deuda global borrada—simplemente desaparecida. Todo. Tu hipoteca, préstamos estudiantiles, incluso deudas nacionales. Imagina eso.
Entonces está todo este asunto de la reconfiguración financiera. El oro y la plata respaldando todo de nuevo. A la antigua. ¿El sistema bancario actual? Completamente renovado.
Los impuestos básicamente desaparecerían. No más formularios de impuestos sobre la renta. Solo un pequeño impuesto al consumo cuando compres cosas. Suena bien, ¿verdad?
Y paz. La paz global de alguna manera surge de toda esta reorganización económica. Las guerras simplemente se detienen.
Parece que GESARA evolucionó de algo llamado NESARA, una versión nacional que nunca se aprobó realmente en el Congreso. ¿La versión global? Aún más esquiva.
Para 2025, nada ha cambiado. Ningún documento oficial lo menciona. El FMI, el Banco Mundial, la ONU—ninguno reconoce a GESARA como real. Es un poco sorprendente cuán persistente sigue siendo la idea a pesar de esto.
Los expertos financieros ponen los ojos en blanco ante todo esto. Sin embargo, el concepto sigue vivo. La gente se aferra a él. Tal vez sea el sueño de comenzar de nuevo lo que resulta tan atractivo.
El gabinete de evidencias sigue vacío. No está del todo claro de dónde proviene todo esto. Pero para aquellos que esperan un cambio radical, GESARA aún brilla como un espejismo en la distancia.