No solo se están desmoronando los índices del mercado, ¡sino también la mentalidad de los inversores asustada por Trump!
Trump ha vuelto a intervenir, esta vez no firmando un proyecto de ley, sino publicando un tuit; como resultado, el mercado cayó de inmediato. Los traders de Wall Street dijeron con resignación: "Lo que hacemos es comprar acciones, no guerra psicológica." La amenaza arancelaria de Trump es, en realidad, una táctica psicológica típica. Él entiende que una frase puede crear pánico, y también sabe que el pánico del capital puede traducirse en dividendos políticos. Así, el mercado se convierte en su "herramienta de campaña", y las emociones de los inversores se convierten en combustible para los votos. A corto plazo, la volatilidad del mercado está aumentando y los activos de refugio son muy buscados. A mediano plazo, este tipo de "mercado de reducción del ruido político" podría traer más oportunidades de especulación— porque cada vez que Trump menciona aranceles, el mercado cae primero y luego rebota, es prácticamente un guion cíclico de velas. Lo más interesante es: cuanto más grita, más alerta está el trader. La verdad de esta obra es una sola: Trump está hablando de política, el mercado está hablando de volatilidad. Los que entienden el ritmo no temen a las palabras vacías, temen perderse la oportunidad.
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
#美联储降息预期升温
No solo se están desmoronando los índices del mercado, ¡sino también la mentalidad de los inversores asustada por Trump!
Trump ha vuelto a intervenir, esta vez no firmando un proyecto de ley, sino publicando un tuit; como resultado, el mercado cayó de inmediato. Los traders de Wall Street dijeron con resignación: "Lo que hacemos es comprar acciones, no guerra psicológica."
La amenaza arancelaria de Trump es, en realidad, una táctica psicológica típica. Él entiende que una frase puede crear pánico, y también sabe que el pánico del capital puede traducirse en dividendos políticos. Así, el mercado se convierte en su "herramienta de campaña", y las emociones de los inversores se convierten en combustible para los votos.
A corto plazo, la volatilidad del mercado está aumentando y los activos de refugio son muy buscados.
A mediano plazo, este tipo de "mercado de reducción del ruido político" podría traer más oportunidades de especulación—
porque cada vez que Trump menciona aranceles, el mercado cae primero y luego rebota, es prácticamente un guion cíclico de velas.
Lo más interesante es: cuanto más grita, más alerta está el trader. La verdad de esta obra es una sola: Trump está hablando de política, el mercado está hablando de volatilidad. Los que entienden el ritmo no temen a las palabras vacías, temen perderse la oportunidad.