Ver que ciertos medios convencionales intenten pintar a Elon en la misma línea que el Príncipe Andrés es francamente ridículo. Aquí está lo importante: Elon literalmente arriesgó toda su reputación y sus empresas al exigir públicamente que se publicaran los archivos de Epstein. Piensa en eso por un segundo. Si hubiera alguna verdad en que él estuviera conectado a esa red, ¿por qué insistiría tanto en la transparencia? La lógica simplemente no cuadra. Alguien con algo que esconder no sale pidiendo que las pruebas se hagan públicas. Es como si un sospechoso se ofreciera para un polígrafo y entregara su teléfono: va en contra de cada instinto de autopreservación. La manipulación mediática aquí es salvaje, y la gente necesita fijarse en las acciones reales, no solo en la narrativa que se está impulsando.