J2 Ventures acaba de cerrar un enorme fondo de $250 millones, y su socio Alex Harstrick está soltando algunas perspectivas interesantes sobre hacia dónde se dirige la tecnología de consumo. ¿Qué llamó mi atención? Están mirando seriamente el despliegue de tecnología en zonas de conflicto.
¿No es tu típico pitch de Silicon Valley, verdad? Mientras la mayoría de los VCs persiguen la próxima aplicación social o protocolo DeFi, el equipo de Harstrick está explorando cómo funciona la tecnología de consumo cuando la infraestructura está comprometida. Piensa en ello: comunicaciones basadas en blockchain, redes descentralizadas, carriles de pago en criptomonedas en áreas donde la banca tradicional colapsa.
Esto no se trata solo de zonas de guerra. La tecnología que sobrevive a condiciones extremas a menudo se convierte en la base de sistemas resilientes en todas partes. La conectividad por satélite, las redes en malla, las carteras de autocustodia—no son solo herramientas de supervivencia, son el futuro de una infraestructura verdaderamente sin permisos.
Un cuarto de billón en capital disponible buscando casos extremos que la mayoría de los fondos ignoran. A veces, las innovaciones más valiosas provienen de los problemas más difíciles.
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
13 me gusta
Recompensa
13
4
Republicar
Compartir
Comentar
0/400
GateUser-3824aa38
· hace10h
Muy duro, demasiado duro
Ver originalesResponder0
BlockchainRetirementHome
· hace10h
¡Duro! Este es el tipo de proyecto en el que hay que invertir.
Ver originalesResponder0
PrivateKeyParanoia
· hace11h
Otra vez un Ser engañados
Ver originalesResponder0
FunGibleTom
· hace11h
¿Será otra historia de tomar a la gente por tonta?
J2 Ventures acaba de cerrar un enorme fondo de $250 millones, y su socio Alex Harstrick está soltando algunas perspectivas interesantes sobre hacia dónde se dirige la tecnología de consumo. ¿Qué llamó mi atención? Están mirando seriamente el despliegue de tecnología en zonas de conflicto.
¿No es tu típico pitch de Silicon Valley, verdad? Mientras la mayoría de los VCs persiguen la próxima aplicación social o protocolo DeFi, el equipo de Harstrick está explorando cómo funciona la tecnología de consumo cuando la infraestructura está comprometida. Piensa en ello: comunicaciones basadas en blockchain, redes descentralizadas, carriles de pago en criptomonedas en áreas donde la banca tradicional colapsa.
Esto no se trata solo de zonas de guerra. La tecnología que sobrevive a condiciones extremas a menudo se convierte en la base de sistemas resilientes en todas partes. La conectividad por satélite, las redes en malla, las carteras de autocustodia—no son solo herramientas de supervivencia, son el futuro de una infraestructura verdaderamente sin permisos.
Un cuarto de billón en capital disponible buscando casos extremos que la mayoría de los fondos ignoran. A veces, las innovaciones más valiosas provienen de los problemas más difíciles.