Parece que los números de empleo de octubre y los datos de inflación podrían permanecer en secreto incluso después de que Washington vuelva al trabajo. Las consecuencias del cierre podrían mantener esos informes económicos críticos retrasados más largo de lo esperado; a los comerciantes que observan las señales de política de la Fed no les gustará volar a ciegas sobre los trabajos y los métricas de CPI.