Aquí hay una dura verdad de una reciente conferencia de criptomonedas: la mayoría de las personas no se dan cuenta de que necesitan custodia propia hasta que ocurre un desastre. ¿Para entonces? Fin del juego.

Piénsalo. Los intercambios pueden quebrar de la noche a la mañana. Lo hemos visto suceder: FTX, Celsius, la lista continúa. Sin embargo, la gente todavía deja todo en las plataformas, cruzando los dedos para que su intercambio no sea el siguiente.

¿Por qué arriesgar tu capital? La jugada inteligente es poner tus activos en almacenamiento en frío antes de que las cosas se salgan de control. No cuando los titulares gritan sobre retiros congelados. No cuando los tickets de soporte quedan sin respuesta. Antes.

La autocustodia no es paranoia. Es una gestión de riesgos básica en un espacio donde la confianza se vuelve costosa rápidamente.