70 millones de usuarios minando desde el móvil, sin quemar batería. Así es Pi Network, el proyecto que prometía democratizar la criptominería. Y este mes llega el momento de verdad: la transición a mainnet abierta.
El cambio que viene
Desde marzo de 2019, Pi operaba en fases cerradas. Primero la beta (adquisición de usuarios), luego testnet (pruebas), después mainnet cerrada (2021) donde los pioneros completaban KYC y migraban sus monedas. Ahora, el 20 de febrero, caerá el cortafuegos. Las transacciones externas se habilitarán, los exchanges podrán listar la moneda, y los desarrolladores construirán DApps reales.
¿El gancho? Los pioneros podrán finalmente sacar sus Pi a billeteras externas y, potencialmente, venderlas.
Los números que no cierran
Aquí es donde empieza lo interesante (o preocupante, depende cómo lo veas):
Usuarios reportados: 70+ millones
Billeteras reales en blockchain: 9.11 millones
Usuarios verificados por KYC: 18 millones
La brecha es brutal. Si solo 18 millones de 70 millones han completado verificación, ¿qué pasa con el resto? ¿Cuentas inactivas? ¿Bots? El impacto en la demanda real es obvio.
La inflación que preocupa
La oferta circulante de Pi se duplicó en un año a 5.56 mil millones. Sin techo de suministro claro. Mientras tanto, los precios especulativos en IOUs (donde algunos comercian Pi antes del lanzamiento oficial) oscilan entre $61-$70. Todo apunta a que cuando se abra el mercado, la liquidez será el gran test.
Los riesgos reales
Adopción sobreestimada: Si la red real es mucho más pequeña que lo publicitado, el crecimiento será decepcionante y la demanda limitada.
Dilución de valor: Sin límite de suministro y con inflación continua, los precios podrían colapsar una vez que sea negociable.
Desplome especulativo: Si los traders de IOUs venden masivamente al lanzamiento, los pioneros comunes quedarán con monedas devaluadas.
Centralización disfrazada: Pi se vende como descentralizado, pero sigue controlado por su equipo central. Sin validadores independientes, el riesgo de cambios unilaterales es real.
Datos en riesgo: La obligatoria verificación KYC + modelo basado en anuncios sugiere que los datos de los usuarios podrían valer más que el proyecto mismo.
La realidad
Pi Network es un experimento fascinante en distribución de criptografía. Pero el lanzamiento abierto revelará la verdad: ¿hay demanda real o solo especulación? ¿La red se sostiene sin el motor de referidos? ¿El precio de $60+ en IOUs era realista o fantasía?
Los pioneros que minaron durante años están a punto de descubrirlo. Algunos ganarán, otros perderán. Y habrá quienes se arrepientan de haber invertido tiempo y datos.
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
Pi Network abre sus puertas: ¿Qué esperar el 20 de febrero?
70 millones de usuarios minando desde el móvil, sin quemar batería. Así es Pi Network, el proyecto que prometía democratizar la criptominería. Y este mes llega el momento de verdad: la transición a mainnet abierta.
El cambio que viene
Desde marzo de 2019, Pi operaba en fases cerradas. Primero la beta (adquisición de usuarios), luego testnet (pruebas), después mainnet cerrada (2021) donde los pioneros completaban KYC y migraban sus monedas. Ahora, el 20 de febrero, caerá el cortafuegos. Las transacciones externas se habilitarán, los exchanges podrán listar la moneda, y los desarrolladores construirán DApps reales.
¿El gancho? Los pioneros podrán finalmente sacar sus Pi a billeteras externas y, potencialmente, venderlas.
Los números que no cierran
Aquí es donde empieza lo interesante (o preocupante, depende cómo lo veas):
La brecha es brutal. Si solo 18 millones de 70 millones han completado verificación, ¿qué pasa con el resto? ¿Cuentas inactivas? ¿Bots? El impacto en la demanda real es obvio.
La inflación que preocupa
La oferta circulante de Pi se duplicó en un año a 5.56 mil millones. Sin techo de suministro claro. Mientras tanto, los precios especulativos en IOUs (donde algunos comercian Pi antes del lanzamiento oficial) oscilan entre $61-$70. Todo apunta a que cuando se abra el mercado, la liquidez será el gran test.
Los riesgos reales
Adopción sobreestimada: Si la red real es mucho más pequeña que lo publicitado, el crecimiento será decepcionante y la demanda limitada.
Dilución de valor: Sin límite de suministro y con inflación continua, los precios podrían colapsar una vez que sea negociable.
Desplome especulativo: Si los traders de IOUs venden masivamente al lanzamiento, los pioneros comunes quedarán con monedas devaluadas.
Centralización disfrazada: Pi se vende como descentralizado, pero sigue controlado por su equipo central. Sin validadores independientes, el riesgo de cambios unilaterales es real.
Datos en riesgo: La obligatoria verificación KYC + modelo basado en anuncios sugiere que los datos de los usuarios podrían valer más que el proyecto mismo.
La realidad
Pi Network es un experimento fascinante en distribución de criptografía. Pero el lanzamiento abierto revelará la verdad: ¿hay demanda real o solo especulación? ¿La red se sostiene sin el motor de referidos? ¿El precio de $60+ en IOUs era realista o fantasía?
Los pioneros que minaron durante años están a punto de descubrirlo. Algunos ganarán, otros perderán. Y habrá quienes se arrepientan de haber invertido tiempo y datos.