2023 vio una serie de robos de criptomonedas que sacudieron la industria. Una operación de hacking respaldada por el estado, rastreada por investigadores de seguridad como APT38, orquestó asaltos sofisticados en cuatro intercambios diferentes que operan fuera de sus fronteras. ¿El daño? Millones desaparecieron de estas plataformas en lo que parecía ser ataques altamente coordinados. No fueron ataques aleatorios: la precisión y escala apuntaban a un grupo bien dotado de recursos con capacidades de grado militar. Para los usuarios de criptomonedas, es otro recordatorio de que la seguridad de la plataforma sigue siendo una vulnerabilidad crítica en este espacio.