En algún momento, entre el décimo error de RPC y el tercer indexador fallido, todo desarrollador de Web3 acaba llegando a ese instante:

el suspiro profundo… el “¿por qué sigue siendo tan difícil?”… la promesa silenciosa de no volver a tocar datos de blockchain jamás.

Sí, he estado ahí, todos hemos estado ahí. Rebuscando en registros en bruto. Luchando con nodos. Reconstruyendo el mismo pipeline que ya creaste el mes pasado para otra cadena.
¿Y para qué? Solo para obtener los datos básicos de los que depende tu producto.

En algún punto, deja de sentirse como construir y empieza a sentirse como sobrevivir. Pero entonces pruebas @ProjectZeroIO… y de repente toda esa carga que creías que era “parte de Web3” desaparece.

El drama desaparece, te das cuenta, ya no más noches en vela vigilando indexadores a las 3 de la mañana. Solo datos en tiempo real, estructurados, fluyendo rápidamente justo donde los necesitas.

• Streams 100 veces más rápidos que hacen que los RPC parezcan prehistóricos.
• Una Block Functions Library que te entrega swaps, registros, mints, burns de Uniswap ya decodificados… como ese compañero que ya hizo todo el trabajo aburrido por ti.
• Indexadores que no se ahogan cuando escalas.
• APIs que ya incluyen contexto, para que no pierdas días uniendo datasets.

Dejas de pelear con la infraestructura y empiezas a construir lo que realmente querías construir. Por eso equipos que lanzan en Ethereum, Avalanche, Arbitrum, Peaq, Vanar, e incluso gigantes de DeFi han elegido discretamente Project Zero para potenciar sus datos.

No porque sea llamativo, ni porque esté de moda, sino porque por fin parece que alguien ha construido infraestructura pensando en los desarrolladores.

Si el futuro de Web3 depende de la rapidez con la que podamos usar los datos de blockchain, entonces esta es la actualización que todo el ecosistema estaba esperando. Project Zero no solo resuelve un problema, elimina el mayor cuello de botella de la innovación en cripto.