Red Helium: de un fracaso a la remontada, esta vez Solana lo ha salvado

¿Recuerdas aquella gran noticia de 2023? Helium, ese proyecto que prometía que “todo el mundo construyera redes inalámbricas”, huyó de forma apresurada de su propia cadena L1 a Solana. Hoy vamos a contar cómo este perdedor logró darse la vuelta.

Los baches del antiguo rey

Helium sonaba bien: desplegar una red LoRaWAN mediante Hotspots (dispositivos de punto de acceso) y motivar a los operadores de nodos con el mecanismo de PoC (prueba de cobertura). Con esta estrategia, Helium instaló más de 1 millón de Hotspots en todo el mundo, cubriendo 77.000 ciudades y alcanzando el primer puesto mundial en instalaciones.

¿Suena impresionante? Pues aquí llegan los problemas:

A medida que los nodos crecían, la validación PoC se volvía ultra compleja. Confirmar el área de cobertura de cada Hotspot generaba una presión de rendimiento brutal. Además, la fiabilidad en la transmisión de datos no era suficiente. Su propia cadena L1 fue directamente sobrepasada por el volumen de actividad, sin posibilidad de escalar.

Obligados a refugiarse en Solana: un ganador inesperado

En abril de 2023, Helium se migró a Solana. Lo que parecía una derrota resultó ser la decisión más inteligente.

Hotspots convertidos en NFT: los dispositivos Hotspot ahora se acuñan como NFT comprimidos en el ecosistema Solana, ahorrando costes, reduciendo gas y aumentando la velocidad.

Reorganización de tokens:

• HNT: se convierte en “token de red + token de gobernanza” con doble función
• IOT: recompensa minera para nodos LoRaWAN, también token de gobernanza
• MOBILE: recompensa para nodos de red 5G, igualmente participa en la gobernanza

Las tasas de gas se desploman: de un promedio de $0,35 a $0,00025. Sí, lo has leído bien.

Qué ha ganado realmente con esta migración

1. Aprovechar el ecosistema DeFi de Solana
HNT/IOT/MOBILE ahora pueden integrarse directamente en DEX como Orca y Kamino, obteniendo recompensas de yield farming. Algo impensable antes.

2. Explosión de recursos para desarrolladores
Helium antes usaba Erlang (un lenguaje poco habitual), ahora adopta todo el stack de Rust + Solana. Los habituales de los hackathones de Solana en todo el mundo se han convertido en potenciales colaboradores para Helium.

3. Gobernanza on-chain mejorada
De votaciones puramente por tokens a un modelo veToken (inspirado en Curve): cuanto más tiempo bloqueas, más poder de voto tienes. Este sistema ya ha sido probado con éxito en el mundo cripto.

4. Contratos inteligentes abiertos
La antigua cadena de Helium no tenía un ecosistema dApp completo. Tras la migración, los desarrolladores pueden crear aplicaciones de todo tipo: rastreo de activos, monitorización de calidad del aire, alertas de incendios forestales… La Fundación Helium ha relanzado el programa de grants, financiando directamente a desarrolladores.

Así está la red ahora

Casos prácticos de la red IoT:

• Roof Tec (empresa de tejados) detectó un ventilador defectuoso con sensores Helium, ahorrándose $40.000 en la sustitución del tejado.
• Greenmetrics usa Helium para gestionar el riego inteligente en campos de golf, reduciendo los costes de riego entre un 14% y un 28%.
• Owen Equipment rastrea logística con Helium, reduciendo costes un 47% y protegiendo activos por valor de 2 millones de dólares.

Avances en 5G: se han desplegado 8.000 estaciones CBRS 5G, ya soportan más de 100.000 dispositivos activos. El paquete de datos ilimitados por $5 al mes está disponible en Miami, y la cobertura se está expandiendo a Broward y Palm Beach.

En resumen, tres ideas clave

1. La tecnología de Helium funciona: la combinación de infraestructura física + blockchain es viable.
2. Pero su propia L1 no aguantó el tirón: cayó en la “trampa de tráfico” que acecha a cualquier nuevo proyecto.
3. Al unirse a Solana, renació con fuerza: encontró un ecosistema a la altura y multiplicó sus posibilidades.

El mejor detalle de esta historia: los perdedores a veces son más interesantes que los que nunca fallan. Porque saben lo que no funciona y, a menudo, convierten ese “no funciona” en el volante que les permite girar.