Varios altos funcionarios de la Reserva Federal han adoptado posturas de línea dura, manifestándose claramente en contra de una bajada de tipos en diciembre. La presidenta de la Reserva Federal de Boston, Collins, afirmó que la política monetaria actual es adecuada, que la inflación está por encima del objetivo del 2% y que las condiciones financieras son laxas, por lo que no considera necesario un recorte de tipos en diciembre. La presidenta de la Reserva Federal de Cleveland, Mester, reiteró su oposición a una bajada de tipos, mostrando su preocupación por el aumento del riesgo debido a la coexistencia de una inflación elevada y unas condiciones financieras flexibles. La presidenta de la Reserva Federal de Dallas, Logan, señaló que la inflación sigue siendo alta y muestra signos de repunte, y que el descenso es menor de lo esperado; añadió que solo apoyaría una bajada de tipos si se presentan pruebas de que la inflación está cayendo más rápidamente. Schmid también se opuso a un recorte de tipos, advirtiendo que una bajada prematura podría reavivar las presiones inflacionistas y debilitar la credibilidad del objetivo de inflación. Las divisiones internas en la Reserva Federal se intensifican y aumenta la incertidumbre sobre un posible recorte de tipos en diciembre.