La fundadora de Milady de la que nadie habla: del fracaso de la startup a la recaudación de fondos $20M

La trayectoria de Charlotte Fang parece sacada de un guion de drama cripto. Empezó con Yayo (muerto al llegar), y en agosto de 2021 pivotó a Milady—básicamente un NFT tipo servidor de Minecraft que, de alguna manera, se volvió viral. Para abril de 2022, alcanzó un precio mínimo de 1,55 ETH, en territorio blue-chip de primer nivel.

Entonces la cosa se puso seria. Mayo de 2022: el fundador de DefiLlama expuso que Fang estaba detrás de una cuenta de “experimento social” (Miya) publicando contenido racista y homófobo. El floor de Milady se desplomó a 0,26 ETH de la noche a la mañana. La comunidad explotó.

¿La respuesta de Fang? Primero silencio absoluto, luego el contraargumento de “es todo arte performativo, me habéis malinterpretado”. Giro de guion: la gente se lo creyó. El precio se recuperó y los holders principales se mantuvieron fieles durante el criptoinvierno de 2022.

Mayo de 2023—Elon Musk tuitea casualmente usando emojis de Milady con “No hay meme, te quiero”. Ese tuit fue el efecto mariposa que nadie esperaba. Tres meses después, Milady se convirtió en el segundo PFP de 10K con mayor precio mínimo, solo por detrás de Cryptopunks y BAYC.

Pero espera, hay más drama: septiembre de 2023, demanda interna contra tres miembros del equipo (los detalles siguen siendo confusos). Se retiró voluntariamente a principios de 2024.

Estado actual: Milady sigue en el top 10 de PFP, $20M recaudado de la preventa del token CULT, airdrops regulares y los tuits diarios de Fang son básicamente manifiestos del culto Milady.

Así que… ¿genio creador o líder de culto jugando al ajedrez 4D? Los datos dicen una cosa, el ambiente otra.