#ETH走势分析 ETH está pasando de ser un activo especulativo a convertirse en una pieza clave en la asignación de activos, y esto realmente está ocurriendo.
No es una predicción, es algo que ya está en marcha. Hasta septiembre de este año, la cantidad de ETH en los balances de las empresas cotizadas ya alcanzaba el 3,59% del suministro global, superando por primera vez al 3,49% de Bitcoin. Los datos de Standard Chartered son aún más llamativos: solo en estos meses de la segunda mitad del año, las empresas financieras y los ETF al contado han absorbido un 5% de la oferta circulante a un ritmo récord. Gestoras de primer nivel como BlackRock también están cambiando de estrategia discretamente, pasando a ETH de una “asignación experimental” a una “posición principal”.
¿Por qué todas las instituciones tienen el ojo puesto en ETH? La clave está en estos tres puntos lógicos:
Primero, puede generar rendimiento. A diferencia de Bitcoin, que solo se puede mantener en cartera, ETH permite obtener un rendimiento nativo estable del 3-4% mediante el staking. Esta característica lo hace parecerse un poco a los bonos: puedes mantener un activo que se revaloriza y, al mismo tiempo, recibir una rentabilidad extra anual a través del protocolo. Dos funciones en uno.
En segundo lugar, su utilidad es completamente diferente. Si Bitcoin es “oro digital”, ETH es el “petróleo digital” que impulsa toda la economía on-chain. Más del 50% de las stablecoins funcionan sobre Ethereum, y los activos del mundo real (RWA) también se implementan masivamente en esta red. Las instituciones no solo lo poseen, lo más importante es que lo utilizan y construyen sobre él. ETH es en sí mismo la capa de liquidación de todo el ecosistema.
Por último, la vía regulatoria ya está abierta. El marco regulatorio en Estados Unidos es cada vez más claro, los ETF al contado ya se han lanzado y los ETF de staking están al caer. Esto abre a los capitales tradicionales una vía de entrada de bajo coste y conforme a la normativa. Para las instituciones, esto es fundamental.
Si unes todo esto, verás que Ethereum está completando una transformación de identidad: de ser un activo especulativo de alta volatilidad, a convertirse en un activo estratégico de asignación que reúne almacenamiento de valor, generación de rendimiento y función de infraestructura. No es una moda, es una redefinición de su valor fundamental.
Desde el punto de vista de la asignación, $BTC, $ETH y $BNB deberían formar la posición central de la cartera. Otros proyectos dentro del ecosistema de Ethereum pueden complementar como asignaciones satélite.
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StakeOrRegret
· 12-08 13:00
BlackRock ha cambiado de posición de forma bastante agresiva de manera discreta, pero ¿realmente las ganancias por staking son tan competitivas?
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Frontrunner
· 12-08 12:55
BlackRock ha incrementado discretamente su posición principal, esta señal no es nada común.
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gas_fee_therapy
· 12-08 12:50
Un rendimiento de staking del 3-4% suena bien, pero el verdadero margen de beneficio está en la construcción del ecosistema.
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MEVHunter_9000
· 12-08 12:48
Mientras nosotros seguíamos discutiendo, BlackRock ya había cambiado de estrategia en secreto. Vamos un poco tarde, jaja.
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AirdropCollector
· 12-08 12:31
¿Ahora lo dices? Yo ya lo veía venir hace tiempo.
La entrada de las instituciones significa una transferencia del poder de fijación de precios. Los rendimientos de staking de ETH son realmente atractivos, no se pueden comparar con el Bitcoin, que está prácticamente muerto.
#ETH走势分析 ETH está pasando de ser un activo especulativo a convertirse en una pieza clave en la asignación de activos, y esto realmente está ocurriendo.
No es una predicción, es algo que ya está en marcha. Hasta septiembre de este año, la cantidad de ETH en los balances de las empresas cotizadas ya alcanzaba el 3,59% del suministro global, superando por primera vez al 3,49% de Bitcoin. Los datos de Standard Chartered son aún más llamativos: solo en estos meses de la segunda mitad del año, las empresas financieras y los ETF al contado han absorbido un 5% de la oferta circulante a un ritmo récord. Gestoras de primer nivel como BlackRock también están cambiando de estrategia discretamente, pasando a ETH de una “asignación experimental” a una “posición principal”.
¿Por qué todas las instituciones tienen el ojo puesto en ETH? La clave está en estos tres puntos lógicos:
Primero, puede generar rendimiento. A diferencia de Bitcoin, que solo se puede mantener en cartera, ETH permite obtener un rendimiento nativo estable del 3-4% mediante el staking. Esta característica lo hace parecerse un poco a los bonos: puedes mantener un activo que se revaloriza y, al mismo tiempo, recibir una rentabilidad extra anual a través del protocolo. Dos funciones en uno.
En segundo lugar, su utilidad es completamente diferente. Si Bitcoin es “oro digital”, ETH es el “petróleo digital” que impulsa toda la economía on-chain. Más del 50% de las stablecoins funcionan sobre Ethereum, y los activos del mundo real (RWA) también se implementan masivamente en esta red. Las instituciones no solo lo poseen, lo más importante es que lo utilizan y construyen sobre él. ETH es en sí mismo la capa de liquidación de todo el ecosistema.
Por último, la vía regulatoria ya está abierta. El marco regulatorio en Estados Unidos es cada vez más claro, los ETF al contado ya se han lanzado y los ETF de staking están al caer. Esto abre a los capitales tradicionales una vía de entrada de bajo coste y conforme a la normativa. Para las instituciones, esto es fundamental.
Si unes todo esto, verás que Ethereum está completando una transformación de identidad: de ser un activo especulativo de alta volatilidad, a convertirse en un activo estratégico de asignación que reúne almacenamiento de valor, generación de rendimiento y función de infraestructura. No es una moda, es una redefinición de su valor fundamental.
Desde el punto de vista de la asignación, $BTC, $ETH y $BNB deberían formar la posición central de la cartera. Otros proyectos dentro del ecosistema de Ethereum pueden complementar como asignaciones satélite.