¿Recuerdas FriendTech? Muerto. ¿Phaver? También desaparecido. ¿Lens y esa plataforma Hey? Apenas respiran. Ahora incluso Farcaster está pivotando, alejándose de lo 'social' y entrando de lleno en el terreno de los monederos.

Aquí está lo que nadie quiere admitir: Social-Fi nunca cuajó. Todo el sector se construyó sobre el bombo de los tokens, no sobre el comportamiento humano real. Piénsalo: los creadores saltaban de una cadena a otra persiguiendo airdrops, las comunidades nunca se quedaban el tiempo suficiente para importar, y cada aplicación acababa convirtiéndose en otra granja de rendimientos disfrazada de red social.

El patrón ahora es obvio. Lanzamiento con grandes promesas sobre grafos sociales descentralizados. Atracción de capital mercenario. Auge del engagement durante la distribución de tokens. Y luego... grillos. Porque la gente no necesita blockchain para publicar memes o chatear con amigos. Necesitan razones para quedarse que vayan más allá de la especulación.

Quizá lo social en Web3 no esté muerto para siempre. Pero ¿esta versión? ¿La que se construyó anteponiendo la tokenómica y olvidando la experiencia del usuario? Sí, esa está acabada.