Es muy probable que el mercado entre en una fase de tirantez y vaivenes constantes. Esos picos bruscos que suben y bajan rápidamente están diseñados para castigar cualquier tipo de resistencia.

Cuando llegue el momento en que los minoristas estén completamente insensibilizados, desesperados, e incluso hayan perdido casi todo su capital, en ese punto, el suelo del mercado empezará a emerger. Para entonces, la mayoría ya no se atreverá a abrir posiciones largas, o directamente habrá sido liquidada y expulsada del mercado.

Yo elegiré ese momento para abrir largos con decisión. Porque siempre me mantengo lúcido y sigo de cerca el flujo de capital de los principales actores. El mercado no miente: el dinero marca la dirección. Confiar en mi intuición y juicio a la hora de operar es la verdadera clave para sobrevivir.