A los treinta años, mi cuenta por fin ha superado la barrera de los nueve dígitos. Mirando atrás, en estos diez años, de joven inexperto a veterano en el sector, lo que más he aprendido se resume en dos palabras: mentalidad.
¿Mi situación actual? Sinceramente, bastante cómoda. En Singapur, si me apetece alojarme en el hotel Marina Bay Sands, lo hago; pagar quince mil por noche no deja de ser un simple juego de números. Siempre llevo equipaje con logos del sector, y la probabilidad de cruzarme en el aeropuerto con alguien del gremio es bastante alta.
Comparado con mis familiares que se dedican a negocios tradicionales, este sector es mucho más relajado: no hay presión de inventario, no tengo que perseguir a los clientes para cobrar, y los problemas contractuales ni los huelo. Eso sí, la contrapartida es acostumbrarse a los altibajos constantes.
Muchos me preguntan por el secreto. La verdad, no tiene misterio; la clave es solo una: mantener la calma y estar al día técnicamente.
A lo largo de los años, tras los errores y las ganancias, he resumido unas cuantas reglas de oro:
BTC siempre es el indicador principal. Si no se mueve, olvídate de que las altcoins hagan algo; si cae, las monedas pequeñas caen con él. ETH a veces va por libre, pero sin grandes sorpresas.
BTC y USDT funcionan como un balancín. Cuando sube la prima de las stablecoins, normalmente el bitcoin se para; cuando el bitcoin se dispara, cambia rápido a USDT para protegerte.
Los momentos del día son clave. Entre medianoche y la una de la mañana es cuando más suelen saltar las mechas; antes de dormir, pon una orden baja, igual pillas una ganga. Entre las seis y las ocho de la mañana mira la tendencia: ¿la primera mitad de la noche baja y la segunda también? Compra más con los ojos cerrados, seguramente habrá rebote ese día; ¿la primera mitad sube y la segunda también? Sal rápido, probablemente tocará corregir.
A las cinco de la tarde, cuando los estadounidenses se despiertan, ese momento suele ser especialmente volátil por el desfase horario, así que ahí hay que estar atento.
Mientras no sea un proyecto sin valor y tenga volumen de negociación, no hay que asustarse si baja. Tres días, un mes, siempre acaba recuperando. Si tienes liquidez, compra en tramos para promediar el precio; si no, aguanta, que no pasa nada grave.
Mi ejemplo más clásico es DOGE, entré a 0,085 y lo he mantenido hasta ahora, multiplicando por más de veinte. Al final, lo que cuenta aquí es la paciencia.
Trabajar solo te lleva a cometer errores; ir al ritmo adecuado es lo más importante. El camino ya está marcado, si sabes aprovecharlo depende de ti.
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MoonMathMagic
· 12-09 14:51
Jaja, otra vez con lo mismo, de nada sirve tener la mentalidad fuerte si la técnica no te acompaña.
Hablar es fácil, ¿quién no querría que DOGE se multiplicara por veinte? El problema es: ¿cómo consigues aguantar tanto tiempo?
La historia del hotel Sands suena bastante bien, pero la verdadera prueba es ver si en la próxima gran caída puedes mantenerte igual de tranquilo.
Poner órdenes de compra a medianoche para cazar gangas suena emocionante, pero yo preferiría escuchar cómo superaste la peor vez que perdiste dinero.
La teoría del balancín está bien, pero ¿quién puede de verdad controlarla? Más bien es fácil que te acaben pillando.
Aguantar a muerte suena fácil, pero de verdad, ¿qué corazón hace falta para aguantar así durante diez años?
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ZkProofPudding
· 12-09 14:50
Nueve cifras, colega, esta jugada sí que ha sido dura. Pero hablando en serio, los que realmente ganan dinero nunca alardean, los que presumen ya han sido liquidados hace tiempo.
Mantener la calma y tener la técnica al día, suena fácil, ¿pero en la práctica? La mayoría no aguanta ni una vez una caída fuerte antes de cerrar la posición.
¿Que DOGE se multiplique por veinte es suerte o visión? ¿De verdad no lo tienes claro?
Eso de dejar órdenes puestas antes de dormir para cazar gangas, hay que tener un corazón muy fuerte para atreverse.
Quince mil euros en una noche en el casino, me lo creo. La cuestión es de dónde viene ese dinero, cada uno lo sabe.
Si seguimos con esa lógica, ¿no tocaría mudarse a Singapur para estas fechas el año que viene?
Salir corriendo con la prima del stablecoin, esta jugada es de manual, de libro.
“Aguantar y se recupera”, esa frase solo tiene sentido si la moneda tiene valor real, con un shitcoin da igual lo que aguantes, no sirve de nada.
Seguir el ritmo correcto = apostar bien la dirección, suena a consuelo de jugador.
Llamarse a sí mismo "viejo holder tras diez años"… ¿es autocrítica o postureo? La verdad es que suena un poco retorcido.
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ETH_Maxi_Taxi
· 12-09 14:50
Lo que dices es totalmente cierto, pero la mentalidad de verdad pone a prueba a cualquiera.
También he probado esa técnica de poner órdenes a bajo precio antes de dormir, y cuando tienes suerte es una pasada.
DOGE x20 fue una locura, me arrepiento un poco de no haber entrado en su momento.
Lo de las subidas a las cinco de la tarde es brutal, siempre me pilla y me acaban liquidando.
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ForkItAllDay
· 12-09 14:47
La mentalidad es clave, pero hermano, tampoco puedes descartar por completo el factor suerte.
Que DOGE se multiplicara por veinte es realmente increíble, yo no tuve esa suerte.
Tengo que probar esa táctica de poner órdenes antes de dormir para cazar gangas, en fin, los que sobrevivieron a la ola de 2018 son auténticos duros.
Nueve cifras es una pasada, en estos diez años ha pasado de ser un novato a convertirse en un granjero.
La teoría del balancín de BTC es totalmente cierta, se cumple cada vez, es un poco increíble.
Levantarse a las seis de la mañana para vigilar el mercado, este ritmo de vida es incluso más intenso que el de un oficinista.
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TopBuyerBottomSeller
· 12-09 14:35
Estoy totalmente de acuerdo con la palabra "aguantar a muerte", describe precisamente la mentalidad de una persona dura.
A los treinta años, mi cuenta por fin ha superado la barrera de los nueve dígitos. Mirando atrás, en estos diez años, de joven inexperto a veterano en el sector, lo que más he aprendido se resume en dos palabras: mentalidad.
¿Mi situación actual? Sinceramente, bastante cómoda. En Singapur, si me apetece alojarme en el hotel Marina Bay Sands, lo hago; pagar quince mil por noche no deja de ser un simple juego de números. Siempre llevo equipaje con logos del sector, y la probabilidad de cruzarme en el aeropuerto con alguien del gremio es bastante alta.
Comparado con mis familiares que se dedican a negocios tradicionales, este sector es mucho más relajado: no hay presión de inventario, no tengo que perseguir a los clientes para cobrar, y los problemas contractuales ni los huelo. Eso sí, la contrapartida es acostumbrarse a los altibajos constantes.
Muchos me preguntan por el secreto. La verdad, no tiene misterio; la clave es solo una: mantener la calma y estar al día técnicamente.
A lo largo de los años, tras los errores y las ganancias, he resumido unas cuantas reglas de oro:
BTC siempre es el indicador principal. Si no se mueve, olvídate de que las altcoins hagan algo; si cae, las monedas pequeñas caen con él. ETH a veces va por libre, pero sin grandes sorpresas.
BTC y USDT funcionan como un balancín. Cuando sube la prima de las stablecoins, normalmente el bitcoin se para; cuando el bitcoin se dispara, cambia rápido a USDT para protegerte.
Los momentos del día son clave. Entre medianoche y la una de la mañana es cuando más suelen saltar las mechas; antes de dormir, pon una orden baja, igual pillas una ganga. Entre las seis y las ocho de la mañana mira la tendencia: ¿la primera mitad de la noche baja y la segunda también? Compra más con los ojos cerrados, seguramente habrá rebote ese día; ¿la primera mitad sube y la segunda también? Sal rápido, probablemente tocará corregir.
A las cinco de la tarde, cuando los estadounidenses se despiertan, ese momento suele ser especialmente volátil por el desfase horario, así que ahí hay que estar atento.
Mientras no sea un proyecto sin valor y tenga volumen de negociación, no hay que asustarse si baja. Tres días, un mes, siempre acaba recuperando. Si tienes liquidez, compra en tramos para promediar el precio; si no, aguanta, que no pasa nada grave.
Mi ejemplo más clásico es DOGE, entré a 0,085 y lo he mantenido hasta ahora, multiplicando por más de veinte. Al final, lo que cuenta aquí es la paciencia.
Trabajar solo te lleva a cometer errores; ir al ritmo adecuado es lo más importante. El camino ya está marcado, si sabes aprovecharlo depende de ti.