Forbes acaba de publicar unas cifras sorprendentes: el hijo mayor del presidente en funciones ha visto cómo su patrimonio neto se disparaba hasta ser seis veces mayor que en noviembre de 2024. ¿El ingrediente secreto? Sus inversiones en criptomonedas. Mientras que la riqueza tradicional suele crecer de forma constante a lo largo de los años, los activos digitales tienen la capacidad de reescribir las reglas del juego rápidamente. Hace que uno se pregunte cuántos otros políticos estarán acumulando sats y altcoins en silencio. La intersección entre el poder y la blockchain es cada vez más interesante.