La reciente disparada del precio del oro ha generado una atención generalizada en el mercado. Desde que en octubre de 2024 superó los 4,300 dólares por onza, el oro ha alcanzado máximos históricos, con un repunte cercano a los niveles más altos en 30 años, incluso superando el 31% de 2007 y el 29% de 2010. Sin embargo, la corrección posterior también ha llevado a los inversores a preguntarse: ¿Esta tendencia alcista aún puede continuar? ¿Es tarde para entrar ahora?
Tres principales impulsores del repunte del precio del oro
Para entender la futura dirección del oro, primero hay que aclarar los factores clave que impulsan su precio. Actualmente, la subida del oro está principalmente influenciada por tres aspectos:
La demanda de refugio por la incertidumbre política
A principios de 2025, tras la implementación de una serie de políticas arancelarias, la aversión al riesgo en el mercado disminuyó notablemente, y la emoción de refugio se intensificó rápidamente, lo que elevó directamente el atractivo del oro como activo seguro. Según experiencias históricas, períodos de incertidumbre política similares (como la guerra comercial entre EE. UU. y China en 2018) suelen provocar saltos cortos en el precio del oro del 5% al 10%. La persistencia de la incertidumbre mantendrá el soporte en el precio del oro.
El cambio en el entorno de tasas de interés
Las expectativas de recortes en las tasas de la Reserva Federal afectan directamente al precio del oro. La reducción de tasas debilita la fortaleza del dólar y disminuye el costo de oportunidad de mantener oro, aumentando así su atractivo en la asignación de activos. Según la última información de las herramientas de tasas de interés del CME, la probabilidad de que la Fed recorte 25 puntos básicos en diciembre alcanza el 84.7%. Observar los cambios en las tasas se ha convertido en un criterio importante para juzgar la tendencia del precio del oro: cuanto más bajas sean las tasas reales, más atractivo será el oro. Esto también explica la estrecha relación entre la volatilidad del oro y las decisiones de tasas de interés.
El continuo aumento de las reservas de oro de los bancos centrales
Según el informe de la Asociación Mundial del Oro, en los primeros tres trimestres de 2025, las compras netas de oro por parte de los bancos centrales alcanzaron las 634 toneladas, manteniendo una demanda elevada. Más importante aún, el 76% de los bancos centrales encuestados planea aumentar la proporción de oro en sus reservas en los próximos cinco años, reduciendo al mismo tiempo la participación del dólar. Este cambio estructural proporciona un soporte a largo plazo para el precio del oro.
Otros factores importantes que impulsan el precio del oro
Además de los tres impulsores anteriores, hay otros factores que merecen atención:
El nivel de deuda global alcanza niveles récord (según datos del FMI, 307 billones de dólares), y un entorno de alta deuda limita la flexibilidad de las políticas de los países. La tendencia de políticas monetarias acomodaticias seguirá reduciendo las tasas de interés reales. La caída en la confianza en el dólar también aumenta el valor relativo del oro. Además, la persistencia de riesgos geopolíticos (conflicto Rusia-Ucrania, situación en Oriente Medio, etc.) refuerza la demanda de activos de refugio. La cobertura mediática y la influencia de las comunidades también atraen en el corto plazo una gran cantidad de fondos especulativos hacia el mercado del oro.
No obstante, hay que tener en cuenta que, estos factores a corto plazo pueden generar volatilidad intensa, pero no necesariamente indican una tendencia a largo plazo que se mantenga. Para los inversores en Taiwán, la volatilidad del tipo de cambio USD/TWD también afectará los rendimientos finales.
Opiniones de las instituciones sobre el futuro del oro
Aunque el precio del oro ha experimentado correcciones, la mayoría de las principales instituciones mantienen una visión optimista a largo plazo:
El equipo de commodities de JP Morgan considera que las recientes correcciones son una “saludable corrección”, y ha elevado su objetivo para el cuarto trimestre de 2026 a 5,055 dólares por onza. Goldman Sachs reafirma que para fines de 2026 el precio del oro alcanzará los 4,900 dólares por onza. Bank of America es aún más optimista, habiendo ajustado previamente su objetivo para 2026 a 5,000 dólares, y recientemente sus estrategas han mencionado que el oro podría superar los 6,000 dólares el próximo año.
Desde el precio del oro en contado, también se puede observar esto: los principales marcas de joyería mantienen precios de referencia para joyas de oro puro por encima de 1,100 yuanes/gramo, sin mostrar caídas significativas.
Análisis de la tendencia del precio del oro: ¿quién debería comprar, quién debería ser cauteloso?
Tras entender la lógica de esta subida, podemos analizar desde diferentes perspectivas de inversores:
Los traders experimentados a corto plazo deberían aprovechar la volatilidad actual. La liquidez es abundante, y la dirección del movimiento es relativamente clara. Especialmente en períodos de repunte o caída brusca, las fuerzas alcistas y bajistas son evidentes, lo que ofrece muchas oportunidades para operaciones a corto plazo.
Los inversores novatos que quieran participar en operaciones a corto plazo deben comenzar con pequeñas cantidades y evitar apostar a ciegas. La mentalidad colapsada puede llevar a pérdidas muy rápidas. Se recomienda aprender a usar calendarios económicos y seguir oportunamente los datos económicos de EE. UU. para apoyar las decisiones de trading.
Los inversores en asignación de activos a largo plazo deben estar preparados mentalmente para soportar una volatilidad significativa. La amplitud media anual del oro alcanza el 19.4%, sin ser inferior al 14.7% del S&P 500. Si se usa como protección de valor, se requiere un horizonte de inversión de más de 10 años para ver resultados reales, aunque en ese período el valor puede duplicarse o reducirse a la mitad. Además, los costos de transacción del oro físico son relativamente altos (normalmente entre el 5% y el 20%), por lo que hay que considerarlo antes de comprar.
Para quienes desean optimizar su portafolio: el oro puede ser una herramienta de diversificación, pero no se recomienda concentrar demasiado en un solo activo. Apostar todo el capital en un solo activo no es inteligente. Si se busca mantener una posición a largo plazo y aprovechar las fluctuaciones a corto plazo, se puede hacer trading moderado antes y después de los principales datos económicos, pero esto requiere experiencia y gestión del riesgo.
Un recordatorio importante: la volatilidad del oro tiene ciclos largos, y en el corto plazo estos impulsores pueden generar movimientos bruscos. En la práctica, hay que estar especialmente atento a los datos económicos de EE. UU. y a las reuniones de la Fed, ya que pueden generar riesgos. En general, esta tendencia del oro no ha terminado; tanto a medio como a corto plazo, todavía hay oportunidades de participación — siempre evitando seguir ciegamente la corriente y abordando con una mentalidad racional.
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Análisis de la tendencia del precio del oro en 2025: ¿todavía hay espacio para que suba el oro?
La reciente disparada del precio del oro ha generado una atención generalizada en el mercado. Desde que en octubre de 2024 superó los 4,300 dólares por onza, el oro ha alcanzado máximos históricos, con un repunte cercano a los niveles más altos en 30 años, incluso superando el 31% de 2007 y el 29% de 2010. Sin embargo, la corrección posterior también ha llevado a los inversores a preguntarse: ¿Esta tendencia alcista aún puede continuar? ¿Es tarde para entrar ahora?
Tres principales impulsores del repunte del precio del oro
Para entender la futura dirección del oro, primero hay que aclarar los factores clave que impulsan su precio. Actualmente, la subida del oro está principalmente influenciada por tres aspectos:
La demanda de refugio por la incertidumbre política
A principios de 2025, tras la implementación de una serie de políticas arancelarias, la aversión al riesgo en el mercado disminuyó notablemente, y la emoción de refugio se intensificó rápidamente, lo que elevó directamente el atractivo del oro como activo seguro. Según experiencias históricas, períodos de incertidumbre política similares (como la guerra comercial entre EE. UU. y China en 2018) suelen provocar saltos cortos en el precio del oro del 5% al 10%. La persistencia de la incertidumbre mantendrá el soporte en el precio del oro.
El cambio en el entorno de tasas de interés
Las expectativas de recortes en las tasas de la Reserva Federal afectan directamente al precio del oro. La reducción de tasas debilita la fortaleza del dólar y disminuye el costo de oportunidad de mantener oro, aumentando así su atractivo en la asignación de activos. Según la última información de las herramientas de tasas de interés del CME, la probabilidad de que la Fed recorte 25 puntos básicos en diciembre alcanza el 84.7%. Observar los cambios en las tasas se ha convertido en un criterio importante para juzgar la tendencia del precio del oro: cuanto más bajas sean las tasas reales, más atractivo será el oro. Esto también explica la estrecha relación entre la volatilidad del oro y las decisiones de tasas de interés.
El continuo aumento de las reservas de oro de los bancos centrales
Según el informe de la Asociación Mundial del Oro, en los primeros tres trimestres de 2025, las compras netas de oro por parte de los bancos centrales alcanzaron las 634 toneladas, manteniendo una demanda elevada. Más importante aún, el 76% de los bancos centrales encuestados planea aumentar la proporción de oro en sus reservas en los próximos cinco años, reduciendo al mismo tiempo la participación del dólar. Este cambio estructural proporciona un soporte a largo plazo para el precio del oro.
Otros factores importantes que impulsan el precio del oro
Además de los tres impulsores anteriores, hay otros factores que merecen atención:
El nivel de deuda global alcanza niveles récord (según datos del FMI, 307 billones de dólares), y un entorno de alta deuda limita la flexibilidad de las políticas de los países. La tendencia de políticas monetarias acomodaticias seguirá reduciendo las tasas de interés reales. La caída en la confianza en el dólar también aumenta el valor relativo del oro. Además, la persistencia de riesgos geopolíticos (conflicto Rusia-Ucrania, situación en Oriente Medio, etc.) refuerza la demanda de activos de refugio. La cobertura mediática y la influencia de las comunidades también atraen en el corto plazo una gran cantidad de fondos especulativos hacia el mercado del oro.
No obstante, hay que tener en cuenta que, estos factores a corto plazo pueden generar volatilidad intensa, pero no necesariamente indican una tendencia a largo plazo que se mantenga. Para los inversores en Taiwán, la volatilidad del tipo de cambio USD/TWD también afectará los rendimientos finales.
Opiniones de las instituciones sobre el futuro del oro
Aunque el precio del oro ha experimentado correcciones, la mayoría de las principales instituciones mantienen una visión optimista a largo plazo:
El equipo de commodities de JP Morgan considera que las recientes correcciones son una “saludable corrección”, y ha elevado su objetivo para el cuarto trimestre de 2026 a 5,055 dólares por onza. Goldman Sachs reafirma que para fines de 2026 el precio del oro alcanzará los 4,900 dólares por onza. Bank of America es aún más optimista, habiendo ajustado previamente su objetivo para 2026 a 5,000 dólares, y recientemente sus estrategas han mencionado que el oro podría superar los 6,000 dólares el próximo año.
Desde el precio del oro en contado, también se puede observar esto: los principales marcas de joyería mantienen precios de referencia para joyas de oro puro por encima de 1,100 yuanes/gramo, sin mostrar caídas significativas.
Análisis de la tendencia del precio del oro: ¿quién debería comprar, quién debería ser cauteloso?
Tras entender la lógica de esta subida, podemos analizar desde diferentes perspectivas de inversores:
Los traders experimentados a corto plazo deberían aprovechar la volatilidad actual. La liquidez es abundante, y la dirección del movimiento es relativamente clara. Especialmente en períodos de repunte o caída brusca, las fuerzas alcistas y bajistas son evidentes, lo que ofrece muchas oportunidades para operaciones a corto plazo.
Los inversores novatos que quieran participar en operaciones a corto plazo deben comenzar con pequeñas cantidades y evitar apostar a ciegas. La mentalidad colapsada puede llevar a pérdidas muy rápidas. Se recomienda aprender a usar calendarios económicos y seguir oportunamente los datos económicos de EE. UU. para apoyar las decisiones de trading.
Los inversores en asignación de activos a largo plazo deben estar preparados mentalmente para soportar una volatilidad significativa. La amplitud media anual del oro alcanza el 19.4%, sin ser inferior al 14.7% del S&P 500. Si se usa como protección de valor, se requiere un horizonte de inversión de más de 10 años para ver resultados reales, aunque en ese período el valor puede duplicarse o reducirse a la mitad. Además, los costos de transacción del oro físico son relativamente altos (normalmente entre el 5% y el 20%), por lo que hay que considerarlo antes de comprar.
Para quienes desean optimizar su portafolio: el oro puede ser una herramienta de diversificación, pero no se recomienda concentrar demasiado en un solo activo. Apostar todo el capital en un solo activo no es inteligente. Si se busca mantener una posición a largo plazo y aprovechar las fluctuaciones a corto plazo, se puede hacer trading moderado antes y después de los principales datos económicos, pero esto requiere experiencia y gestión del riesgo.
Un recordatorio importante: la volatilidad del oro tiene ciclos largos, y en el corto plazo estos impulsores pueden generar movimientos bruscos. En la práctica, hay que estar especialmente atento a los datos económicos de EE. UU. y a las reuniones de la Fed, ya que pueden generar riesgos. En general, esta tendencia del oro no ha terminado; tanto a medio como a corto plazo, todavía hay oportunidades de participación — siempre evitando seguir ciegamente la corriente y abordando con una mentalidad racional.