Las tensiones geopolíticas siguen escalando, desde el enfrentamiento entre Ucrania y Rusia hasta la situación en Oriente Medio, y la guerra tecnológica se ha convertido en la nueva normalidad. Drones, misiles de precisión, guerra de información, ¿qué oportunidades de inversión hay detrás de estas aplicaciones de alta tecnología? La respuesta está en las acciones del sector militar-industrial. Los gastos militares globales aumentan año tras año, ¿quién puede aprovechar esta ola de beneficios? Este artículo te ayuda a entender la lógica de inversión y los métodos de selección de acciones del sector militar-industrial.
¿Por qué ahora deberías prestar atención a las acciones del sector militar-industrial?
Carril lo suficientemente largo: A lo largo de la historia humana, los conflictos nunca han cesado. La demanda de las fuerzas armadas es eterna; esta industria no desaparecerá por fluctuaciones económicas.
Foso competitivo profundo: La tecnología militar lidera varias generaciones por encima de la tecnología civil, con barreras de entrada extremadamente altas. Construir confianza lleva mucho tiempo; una vez que te conviertes en proveedor, es difícil ser reemplazado. La relación entre gobierno y empresas es estrecha, y el riesgo de quiebra de la empresa es muy bajo.
Potencial de crecimiento: El mundo entra en una era de política regional, y todos los países están aumentando su gasto militar. La probabilidad de desarme es muy baja, y la demanda del sector militar solo aumentará, no disminuirá.
En otras palabras, las acciones del sector militar-industrial cumplen simultáneamente con los tres grandes elementos que Buffett mencionó: “una pista lo suficientemente larga, un foso profundo y una bola de nieve lo suficientemente húmeda” — estos son los tres factores clave de una inversión de calidad.
¿Cómo identificar las acciones verdaderamente del sector militar-industrial?
No todas las acciones con etiqueta militar valen la pena comprar.
El sector militar-industrial en sentido amplio incluye todas las empresas que tienen negocios con el Ministerio de Defensa, desde aviones de combate hasta uniformes militares, desde misiles hasta cantimploras. Pero al invertir, hay que mirar la “proporción militar”.
Militar puro vs semi-militar y civil: hay una diferencia abismal:
Militar puro: Lockheed Martin (LMT), Raytheon (RTX), cuyos ingresos provienen en más del 80% del sector militar, beneficiándose directamente de la bonanza militar.
Semi-militar y civil: Boeing, General Dynamics, cuyos ingresos militares son inferiores al 50%, y las fluctuaciones en negocios civiles pueden arrastrar su rendimiento general.
El segundo criterio clave para seleccionar acciones es la demanda futura. En la guerra moderna, el enfoque está en la fuerza aérea y la marina; los pedidos del ejército terrestre no necesariamente aumentan. Con el aumento del peso de la tecnología, la fabricación de armas tradicionales podría contraerse. Elegir un segmento incorrecto significa que, aunque aumenten los gastos militares, no se beneficiará de la bonanza.
¿Cómo elegir a los líderes del sector militar-industrial?
Lockheed Martin (LMT): el mayor fabricante de armas del mundo, responsable del F-35, F-16 y helicópteros Black Hawk. Tras destacar en la guerra entre Ucrania y Rusia, los pedidos relacionados se dispararon. Su precio de acción ha subido de forma estable a largo plazo, con flujo de caja estable y altos dividendos, ideal para mantener a largo plazo.
Raytheon (RTX): el segundo mayor proveedor del Departamento de Defensa de EE. UU., con municiones y misiles como núcleo de su negocio. En 2023, su precio cayó significativamente, principalmente por una crisis de calidad en su motor Pratt & Whitney (PW1100G-JM), que tiene defectos en el metal en polvo, causando la suspensión masiva de vuelos del Airbus A320neo. En los próximos 3 a 4 años, se espera que unos 350 aviones requieran inspección y reparación, con un período de mantenimiento de hasta 300 días. Esto no solo afecta los ingresos, sino que también implica riesgos legales. Por ahora, no se recomienda comprar a la alza; hay que esperar a que se resuelvan los problemas técnicos y se verifiquen en los informes financieros.
Northrop Grumman (NOC): cuarto mayor fabricante militar del mundo y el mayor fabricante de radares. Es una empresa pura, con beneficios sólidos y dividendos en crecimiento durante 18 años consecutivos. Su negocio principal se centra en la “disuasión estratégica” — espacio, misiles y tecnología de comunicaciones. Solo EE. UU. puede fabricar aviones de combate furtivos, lo que le da una fuerte posición de monopolio técnico. Si la situación entre Rusia y Ucrania continúa o la competencia entre China y EE. UU. se intensifica, NOC se beneficiará directamente. Foso profundo, inversión a largo plazo preferida.
General Dynamics (GD): uno de los cinco principales fabricantes de armas de EE. UU., cubre todos los ámbitos: mar, tierra y aire. Tiene una estructura semi-militar y civil (25% civil, 23% marina, 22% seguridad nacional, 18% armas, 12% servicios de misión), por lo que sus aviones civiles no se ven afectados por la economía, manteniendo una rentabilidad estable. Sus dividendos han crecido durante 32 años consecutivos, solo 30 empresas en EE. UU. pueden lograrlo. Aunque su potencial de crecimiento es limitado, su estabilidad es alta, apropiado para inversores conservadores.
Boeing (BA): doble rol — gigante de aviones civiles y uno de los cinco grandes fabricantes de armas de EE. UU. La perspectiva de su negocio militar (B-52, Apache) es estable, pero su negocio civil es un lastre para el precio de la acción. Crisis por la suspensión del 737 MAX, pandemia de COVID-19, auge de COMAC en China… El aumento de pedidos militares no puede compensar la caída en civil. Adecuado para comprar en momentos de caída, no para comprar en alza.
Caterpillar (CAT): estrictamente hablando, su proporción militar es inferior al 30%, y principalmente es un proveedor de equipos industriales. Los motores de barcos militares son un negocio secundario; su negocio principal son excavadoras y camiones mineros. Se beneficia de la inversión en infraestructura en China, y sus ingresos incluso han crecido. La reconstrucción postconflicto también impulsará la demanda. Lo que se observa es el gasto global de los gobiernos y el ciclo de materias primas, no el ciclo militar.
Advertencias sobre los riesgos de invertir en acciones del sector militar-industrial
Militar puro ≠ ganancia garantizada sin pérdidas. La lección de Raytheon y Boeing es un ejemplo vivo: cuando aumentan los pedidos militares, el precio de la acción puede caer drásticamente, porque los problemas en el sector civil afectan.
Antes de invertir, hay que hacerse tres preguntas:
¿Qué porcentaje de los ingresos de la empresa proviene del sector militar?
¿El negocio civil enfrenta impactos (problemas en productos, aumento de la competencia, caída de la demanda)?
¿La empresa enfrenta riesgos legales o regulatorios?
Conclusión: elegir líderes puros del sector militar es mejor que seleccionar empresas semi-militares y civiles mezcladas. Los primeros aprovechan más directamente la bonanza militar, mientras que los segundos pueden verse arrastrados por los negocios civiles. A largo plazo, las acciones del sector militar-industrial valen la pena, siempre que se elijan bien las compañías.
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Guía de inversión en acciones de defensa: la lógica de selección de acciones tras los beneficios de la guerra
Las tensiones geopolíticas siguen escalando, desde el enfrentamiento entre Ucrania y Rusia hasta la situación en Oriente Medio, y la guerra tecnológica se ha convertido en la nueva normalidad. Drones, misiles de precisión, guerra de información, ¿qué oportunidades de inversión hay detrás de estas aplicaciones de alta tecnología? La respuesta está en las acciones del sector militar-industrial. Los gastos militares globales aumentan año tras año, ¿quién puede aprovechar esta ola de beneficios? Este artículo te ayuda a entender la lógica de inversión y los métodos de selección de acciones del sector militar-industrial.
¿Por qué ahora deberías prestar atención a las acciones del sector militar-industrial?
Carril lo suficientemente largo: A lo largo de la historia humana, los conflictos nunca han cesado. La demanda de las fuerzas armadas es eterna; esta industria no desaparecerá por fluctuaciones económicas.
Foso competitivo profundo: La tecnología militar lidera varias generaciones por encima de la tecnología civil, con barreras de entrada extremadamente altas. Construir confianza lleva mucho tiempo; una vez que te conviertes en proveedor, es difícil ser reemplazado. La relación entre gobierno y empresas es estrecha, y el riesgo de quiebra de la empresa es muy bajo.
Potencial de crecimiento: El mundo entra en una era de política regional, y todos los países están aumentando su gasto militar. La probabilidad de desarme es muy baja, y la demanda del sector militar solo aumentará, no disminuirá.
En otras palabras, las acciones del sector militar-industrial cumplen simultáneamente con los tres grandes elementos que Buffett mencionó: “una pista lo suficientemente larga, un foso profundo y una bola de nieve lo suficientemente húmeda” — estos son los tres factores clave de una inversión de calidad.
¿Cómo identificar las acciones verdaderamente del sector militar-industrial?
No todas las acciones con etiqueta militar valen la pena comprar.
El sector militar-industrial en sentido amplio incluye todas las empresas que tienen negocios con el Ministerio de Defensa, desde aviones de combate hasta uniformes militares, desde misiles hasta cantimploras. Pero al invertir, hay que mirar la “proporción militar”.
Militar puro vs semi-militar y civil: hay una diferencia abismal:
El segundo criterio clave para seleccionar acciones es la demanda futura. En la guerra moderna, el enfoque está en la fuerza aérea y la marina; los pedidos del ejército terrestre no necesariamente aumentan. Con el aumento del peso de la tecnología, la fabricación de armas tradicionales podría contraerse. Elegir un segmento incorrecto significa que, aunque aumenten los gastos militares, no se beneficiará de la bonanza.
¿Cómo elegir a los líderes del sector militar-industrial?
Lockheed Martin (LMT): el mayor fabricante de armas del mundo, responsable del F-35, F-16 y helicópteros Black Hawk. Tras destacar en la guerra entre Ucrania y Rusia, los pedidos relacionados se dispararon. Su precio de acción ha subido de forma estable a largo plazo, con flujo de caja estable y altos dividendos, ideal para mantener a largo plazo.
Raytheon (RTX): el segundo mayor proveedor del Departamento de Defensa de EE. UU., con municiones y misiles como núcleo de su negocio. En 2023, su precio cayó significativamente, principalmente por una crisis de calidad en su motor Pratt & Whitney (PW1100G-JM), que tiene defectos en el metal en polvo, causando la suspensión masiva de vuelos del Airbus A320neo. En los próximos 3 a 4 años, se espera que unos 350 aviones requieran inspección y reparación, con un período de mantenimiento de hasta 300 días. Esto no solo afecta los ingresos, sino que también implica riesgos legales. Por ahora, no se recomienda comprar a la alza; hay que esperar a que se resuelvan los problemas técnicos y se verifiquen en los informes financieros.
Northrop Grumman (NOC): cuarto mayor fabricante militar del mundo y el mayor fabricante de radares. Es una empresa pura, con beneficios sólidos y dividendos en crecimiento durante 18 años consecutivos. Su negocio principal se centra en la “disuasión estratégica” — espacio, misiles y tecnología de comunicaciones. Solo EE. UU. puede fabricar aviones de combate furtivos, lo que le da una fuerte posición de monopolio técnico. Si la situación entre Rusia y Ucrania continúa o la competencia entre China y EE. UU. se intensifica, NOC se beneficiará directamente. Foso profundo, inversión a largo plazo preferida.
General Dynamics (GD): uno de los cinco principales fabricantes de armas de EE. UU., cubre todos los ámbitos: mar, tierra y aire. Tiene una estructura semi-militar y civil (25% civil, 23% marina, 22% seguridad nacional, 18% armas, 12% servicios de misión), por lo que sus aviones civiles no se ven afectados por la economía, manteniendo una rentabilidad estable. Sus dividendos han crecido durante 32 años consecutivos, solo 30 empresas en EE. UU. pueden lograrlo. Aunque su potencial de crecimiento es limitado, su estabilidad es alta, apropiado para inversores conservadores.
Boeing (BA): doble rol — gigante de aviones civiles y uno de los cinco grandes fabricantes de armas de EE. UU. La perspectiva de su negocio militar (B-52, Apache) es estable, pero su negocio civil es un lastre para el precio de la acción. Crisis por la suspensión del 737 MAX, pandemia de COVID-19, auge de COMAC en China… El aumento de pedidos militares no puede compensar la caída en civil. Adecuado para comprar en momentos de caída, no para comprar en alza.
Caterpillar (CAT): estrictamente hablando, su proporción militar es inferior al 30%, y principalmente es un proveedor de equipos industriales. Los motores de barcos militares son un negocio secundario; su negocio principal son excavadoras y camiones mineros. Se beneficia de la inversión en infraestructura en China, y sus ingresos incluso han crecido. La reconstrucción postconflicto también impulsará la demanda. Lo que se observa es el gasto global de los gobiernos y el ciclo de materias primas, no el ciclo militar.
Advertencias sobre los riesgos de invertir en acciones del sector militar-industrial
Militar puro ≠ ganancia garantizada sin pérdidas. La lección de Raytheon y Boeing es un ejemplo vivo: cuando aumentan los pedidos militares, el precio de la acción puede caer drásticamente, porque los problemas en el sector civil afectan.
Antes de invertir, hay que hacerse tres preguntas:
Conclusión: elegir líderes puros del sector militar es mejor que seleccionar empresas semi-militares y civiles mezcladas. Los primeros aprovechan más directamente la bonanza militar, mientras que los segundos pueden verse arrastrados por los negocios civiles. A largo plazo, las acciones del sector militar-industrial valen la pena, siempre que se elijan bien las compañías.