

Los automated market makers (AMM) representan una evolución disruptiva en el trading de criptomonedas dentro del ecosistema de finanzas descentralizadas. Estas plataformas emplean smart contracts y algoritmos matemáticos para posibilitar el intercambio de tokens sin recurrir a libros de órdenes tradicionales ni intermediarios centralizados. Al fundamentarse en curvas de oferta y demanda calculadas mediante fórmulas preestablecidas, los automated market makers han redefinido la forma en que se negocian y valoran los activos digitales en el ámbito blockchain.
El market making es una estrategia clave de negociación presente desde hace décadas en los mercados financieros tradicionales. Consiste en que una entidad o individuo actúe como intermediario facilitando la compraventa continua de activos. La función principal del market maker es proveer liquidez manteniendo precios de compra (bid) y venta (ask) para activos específicos, de modo que compradores y vendedores puedan ejecutar operaciones de forma eficiente en todo momento.
El market maker obtiene beneficios del diferencial entre los precios bid y ask, además de las comisiones por los servicios de liquidez. Por ejemplo, si un market maker cotiza una compra a 100 $ y una venta a 101 $, obtiene el dólar de diferencia al facilitar la operación. Este modelo tradicional ha sido esencial para mantener mercados ordenados y garantizar la estabilidad de precios en múltiples clases de activos.
Un automated market maker es un protocolo descentralizado que opera mediante smart contracts autoejecutables, en lugar de depender de intermediarios humanos o libros de órdenes convencionales. Estos sistemas están presentes principalmente en plataformas de trading descentralizado y aplicaciones peer-to-peer desarrolladas sobre redes blockchain, por lo que resultan accesibles para cualquier usuario con una wallet de criptomonedas.
La principal innovación de los automated market makers es el uso de liquidity pools: fondos colectivos de criptomonedas emparejadas que permiten el trading sin la necesidad de contrapartes directas. Ejemplos destacados incluyen plataformas descentralizadas que han movido miles de millones de dólares en volumen de operaciones. El mecanismo de fijación de precios suele apoyarse en la fórmula de producto constante (x * y = k), donde x e y son las cantidades de dos activos en el pool, y k permanece invariable. Este modelo matemático garantiza que, a medida que se adquiere un activo, su precio aumenta proporcionalmente, manteniendo el equilibrio en el pool.
Los automated market makers sustituyen el tradicional libro de órdenes por un sistema algorítmico de determinación de precios. Cuando un trader inicia una operación, sus fondos se envían al liquidity pool correspondiente, donde los smart contracts calculan automáticamente el tipo de cambio según las proporciones actuales de los tokens. El sistema ajusta los precios de los activos en tiempo real según la oferta y la demanda, garantizando la liquidez continua.
Por ejemplo, al intercambiar ETH por USDC, el automated market maker analiza la composición actual del pool y aplica su fórmula de precios para determinar el tipo de cambio. Las operaciones alteran la proporción de los activos y ajustan los precios para reflejar la actividad del mercado. Cada transacción genera una pequeña comisión, normalmente del 0,1 % al 0,3 %, que se reparte proporcionalmente entre todos los proveedores de liquidez del pool. Este mecanismo mantiene el equilibrio del fondo y remunera a quienes aportan capital para facilitar el trading.
Un liquidity pool es un fondo gestionado por smart contracts, que almacena pares de criptomonedas para permitir el trading descentralizado. Estos pools eliminan la necesidad de emparejar compradores y vendedores, manteniendo reservas de ambos activos de cada par de trading. Los usuarios que aportan a estos fondos, denominados liquidity providers (LP), depositan valores equivalentes de ambos tokens—por ejemplo, 1 000 $ en ETH y 1 000 $ en DAI en un pool ETH/DAI.
Las ventajas de los liquidity pools son notables. Solucionan el problema del slippage en mercados con baja liquidez al mantener reservas amplias que estabilizan los precios durante la operativa. Los LP obtienen ingresos pasivos mediante una parte proporcional de las comisiones, que se distribuyen automáticamente según su aportación. El sistema de provisión de liquidez se basa en dos principios: los takers pagan comisiones a los providers para acceder a la liquidez y, al retirar la liquidez, la bonding curve transfiere las comisiones acumuladas de los takers a los providers. Todo el proceso está gestionado de forma autónoma por smart contracts, que ejecutan transacciones instantáneas sin intervención humana ni posibilidad de manipulación.
El ecosistema DeFi ha presenciado la aparición de numerosas plataformas exitosas de automated market maker, cada una con características particulares. Las principales plataformas sobre Ethereum lideraron el modelo de market maker de producto constante y siguen siendo algunos de los mayores espacios de trading descentralizado por volumen. Algunas han desarrollado nuevas funciones como incentivos de yield farming. Protocolos especializados se centran en el trading de stablecoins, con algoritmos optimizados para minimizar el slippage entre activos de precios similares.
Plataformas avanzadas han ampliado el concepto AMM permitiendo pools con múltiples tokens y ponderaciones flexibles, en lugar de solo pares 50:50. Protocolos innovadores han implementado la provisión de liquidez unilateral y mecanismos de protección ante impermanent loss. Algunos emplean algoritmos proactive market maker (PMM) que utilizan oráculos de precios externos para optimizar el uso del capital. Esta variedad demuestra cómo la tecnología AMM evoluciona y se adapta a distintas necesidades de trading en el mercado de criptomonedas.
Los automated market makers poseen características propias que los distinguen claramente de las plataformas de trading centralizadas. Operan de forma completamente descentralizada, por lo que ningún ente controla la plataforma ni puede restringir el acceso de los usuarios. Esta cualidad permissionless permite que cualquier titular de wallet cripto participe en el trading sin procesos de aprobación o verificación.
El uso de smart contracts es otro rasgo clave: estos programas autoejecutables procesan operaciones cuando se cumplen condiciones predeterminadas, siguiendo una lógica if-then que elimina errores y sesgos humanos. Los AMM implementan una arquitectura non-custodial, donde los usuarios mantienen el control absoluto de sus activos a través de sus wallets, conectándose solo para operar y desconectándose después, lo que impide que la plataforma custodie fondos de los usuarios.
La seguridad se ve reforzada por la descentralización, pues la distribución de los nodos blockchain dificulta enormemente los ataques coordinados, a diferencia de las plataformas centralizadas con puntos únicos de fallo. Además, los algoritmos de precios evitan la manipulación de mercado, ya que los precios se calculan matemáticamente según la composición del pool y no pueden ser influidos artificialmente por actores maliciosos.
Los automated market makers aportan ventajas que han impulsado su adopción masiva en el sector cripto. Permiten que cualquier usuario sea liquidity provider y genere ingresos pasivos mediante comisiones, democratizando el market making antes reservado a actores institucionales. La automatización permite trading 24/7 sin intervención humana, y la fijación algorítmica de precios reduce los riesgos de manipulación. La ausencia de intermediarios abarata costes y mejora la transparencia, y la arquitectura descentralizada proporciona mayor seguridad que las alternativas centralizadas.
No obstante, los AMM también presentan retos y limitaciones. Su principal uso sigue concentrado en el mercado DeFi, lo que puede dificultar su adopción fuera de este ámbito. La tecnología puede resultar compleja para los recién llegados, al requerir conocimientos sobre liquidity pools, impermanent loss e interacción con smart contracts. Las comisiones por transacción son variables y pueden aumentar en épocas de alta congestión, especialmente en Ethereum. Además, los liquidity providers afrontan el riesgo de impermanent loss cuando los precios de los tokens se alejan significativamente de la proporción inicial, lo que puede traducirse en rendimientos inferiores a simplemente mantener los activos.
Las diferencias entre los automated market makers y los modelos tradicionales de libro de órdenes reflejan filosofías opuestas de diseño de mercado. Las plataformas de libro de órdenes cuentan con gestión centralizada para emparejar compradores y vendedores, registrando todas las órdenes pendientes a distintos precios. Este modelo requiere market makers activos y puede provocar fragmentación de liquidez en varios niveles de precio.
Por el contrario, los AMM agrupan la liquidez en pools y utilizan fórmulas matemáticas para calcular precios automáticamente, eliminando la necesidad de casar órdenes. Los libros de órdenes permiten órdenes limitadas a precios concretos, mientras que los AMM ejecutan operaciones instantáneas a precios determinados algorítmicamente. Las comisiones también difieren: las plataformas centralizadas retienen todas las comisiones como ingresos, mientras que los AMM las distribuyen entre los liquidity providers, incentivando así la participación comunitaria. Esta diferencia explica por qué los AMM se han convertido en la infraestructura de referencia del trading descentralizado, a pesar de que los libros de órdenes sigan dominando en exchanges centralizados.
Los automated market makers constituyen la base tecnológica del ecosistema DeFi, permitiendo un nuevo paradigma de servicios financieros sin permisos. Han democratizado el acceso a la provisión de liquidez y al market making, actividades antes reservadas a instituciones con grandes recursos y conocimientos técnicos. Al permitir que cualquier usuario participe en liquidity pools y reciba comisiones proporcionales, los AMM han abierto nuevas vías de ingresos pasivos en el ámbito cripto.
El entorno de precios estable conseguido por la lógica algorítmica ofrece condiciones de trading más previsibles frente a soluciones descentralizadas anteriores marcadas por volatilidad extrema y baja liquidez. La arquitectura self-custodial se alinea con los principios esenciales de DeFi: soberanía del usuario y autonomía financiera, sin riesgo de contraparte propio de las plataformas centralizadas. Las barreras de entrada más bajas permiten la participación global sin restricciones geográficas, verificación de identidad ni mínimos de capital. Esta combinación de accesibilidad, seguridad e incentivos económicos consolida a los AMM como tecnología clave para minoristas e institucionales, impulsando el desarrollo de los mercados financieros descentralizados.
Los automated market makers han cambiado radicalmente el trading de criptomonedas, sustituyendo los tradicionales libros de órdenes por sistemas algorítmicos basados en pools gestionados por smart contracts. Gracias a su naturaleza descentralizada, los AMM han superado desafíos clave como la liquidez continua, la eliminación de intermediarios y la reducción del riesgo de contraparte. El uso innovador de liquidity pools, las fórmulas matemáticas de precios y la distribución automática de comisiones han dado lugar a ecosistemas sostenibles, donde los traders acceden a liquidez instantánea y los proveedores obtienen ingresos pasivos.
A pesar de retos como la complejidad para los nuevos usuarios, los costes de transacción variables o riesgos como el impermanent loss, las ventajas de los AMM—accesibilidad, seguridad, transparencia y participación sin barreras—han impulsado su rápida expansión en DeFi. A medida que evoluciona la tecnología blockchain y surgen nuevos protocolos que perfeccionan el modelo AMM, mejorando la eficiencia de capital y la experiencia de usuario, estos sistemas desempeñarán un papel cada vez más relevante en el futuro de las finanzas descentralizadas. El éxito de distintos proyectos demuestra que los AMM no solo constituyen una alternativa viable al trading centralizado, sino que también han fijado nuevos estándares para el intercambio de activos digitales en entornos trustless, eficientes y equitativos.
Un automated market maker (AMM) es un protocolo de exchanges descentralizados que utiliza smart contracts y liquidity pools para facilitar el trading de criptomonedas. Fija los precios según la proporción de activos en el fondo, permitiendo operar sin necesidad de contrapartida directa.
Los principales riesgos son el impermanent loss, el slippage, vulnerabilidades en los smart contracts y posibles desequilibrios de liquidez.
Un AMM (Automated Market Maker) es una herramienta de DeFi que proporciona liquidez sin libros de órdenes. Usa smart contracts para crear liquidity pools, permitiendo el intercambio directo de activos. Los AMM ajustan los precios según la oferta y la demanda, manteniendo la estabilidad del mercado.
Uniswap es actualmente el AMM líder en cripto, destacando por su elevada capitalización y amplia adopción en el sector Automated Market Maker a fecha de 12 de diciembre de 2025.











