¡NVIDIA Jen-Hsun Huang es atacado por la Casa Blanca! Trump detiene temporalmente las ventas de Blackwell a China.

En la víspera de la reunión entre los presidentes de Estados Unidos y China en Busan, Corea del Sur, estalló un intenso debate interno en la Casa Blanca. El CEO de Nvidia, Jen-Hsun Huang, abogó por permitir la venta a China de la nueva generación de chips de inteligencia artificial Blackwell, pero debido a preocupaciones de seguridad nacional, fue casi unánimemente rechazado por los altos funcionarios de Estados Unidos. Finalmente, Trump decidió posponer el tema relacionado, y en la reunión de Busan del 30 de octubre, no se incluyó en la agenda oficial.

Jen-Hsun Huang y el enfrentamiento directo con los halcones de la Casa Blanca

Trump detiene la venta de Blackwell de Nvidia a China

(Fuente: Reuters)

El CEO de NVIDIA, Jen-Hsun Huang, está impulsando la solicitud para permitir la venta en China de la nueva generación de chips de inteligencia artificial Blackwell. Si esta solicitud es aprobada, constituirá un cambio significativo en la política tecnológica de Estados Unidos. La serie de chips Blackwell se considera actualmente el procesador de IA más avanzado del mundo, con una capacidad de cálculo que mejora aproximadamente 3 veces en comparación con la serie H100, y puede alcanzar hasta 15 veces el rendimiento en la inferencia de modelos. Este salto en el rendimiento permitirá a los centros de datos de IA en China mejorar significativamente su capacidad, acortando la brecha tecnológica con Estados Unidos en áreas como el entrenamiento de modelos de lenguaje grande, la conducción autónoma y el análisis de imágenes médicas.

Jen-Hsun Huang considera que China cuenta con casi la mitad de los investigadores de IA del mundo; si Estados Unidos cierra completamente el mercado, podría “perder permanentemente su posición de liderazgo tecnológico”. Este argumento se basa en la realidad comercial y tecnológica: China no solo es un mercado importante para Nvidia (que alguna vez representó el 20-25% de sus ingresos), sino que también es un participante clave en la innovación global de IA. Si Estados Unidos cierra completamente, China se verá obligada a acelerar el desarrollo de chips independientes, lo que a largo plazo podría fomentar la aparición de empresas locales que compitan con Nvidia. Además, el bloqueo también podría impulsar la cooperación entre las empresas de chips de China y otros países (como Corea del Sur, Taiwán y Japón), debilitando la influencia de Estados Unidos.

Sin embargo, altos funcionarios como el secretario de Estado de EE. UU. Marco Rubio, el representante comercial Jamieson Greer y el secretario de Comercio Howard Lutnick se opusieron unánimemente, argumentando que esto pondría en grave peligro la seguridad nacional de EE. UU. y fomentaría el desarrollo de las capacidades de los centros de datos de IA en China. La lógica del grupo de seguridad nacional es la siguiente: la tecnología de IA tiene un carácter dual de uso civil y militar, y los chips de IA avanzados no solo se pueden utilizar para aplicaciones comerciales, sino que también pueden acelerar el desarrollo de sistemas militares de IA, incluidos armas autónomas, análisis de inteligencia, herramientas de guerra cibernética, etc. Permitir que Nvidia exporte Blackwell a China equivale a proporcionar tecnología estratégica a un posible adversario.

Ante las preocupaciones de seguridad casi unánimes, Trump finalmente no incluyó el tema en la agenda formal durante la reunión en Busan del 30 de octubre. Esto se considera una victoria temporal para los halcones de la Casa Blanca y representa que Trump mantiene una postura dura en la política de exportación de alta tecnología hacia China. Esta decisión es un gran revés para Jen-Hsun Huang, y significa que China tendrá dificultades para obtener suministros de chips avanzados a corto plazo, lo que retrasará su proceso de autonomía en IA y semiconductores.

Jen-Hsun Huang y Trump tienen una llamada nocturna para discutir soluciones de compromiso

NVIDIA, como la empresa de tecnología con mayor capitalización de mercado en el mundo, depende en gran medida del mercado chino. Las restricciones a la exportación de chips comenzaron en 2022, y desde entonces Washington ha ajustado sus políticas en varias ocasiones, lo que ha llevado a las empresas a un juego continuo de estrategias. Jen-Hsun Huang ha estado viajando frecuentemente a Washington en los últimos meses y mantiene una comunicación estrecha con Trump. Varias personas informadas han dicho que los dos “casi hablan por teléfono todas las semanas a altas horas de la noche”. Este contacto directo muestra que Jen-Hsun Huang está tratando de eludir la burocracia y convencer directamente a los principales tomadores de decisiones.

Trump dijo en una entrevista con CBS “60 Minutes” la semana pasada que Estados Unidos permitirá a Nvidia “colaborar con China en ciertos niveles”, pero enfatizó que “no vamos a dar ese tipo de chips a otros” — lo que sugiere que la versión más avanzada, Blackwell, sigue prohibida para la exportación. Esta declaración deja espacio para un enfoque intermedio, que no solo no cierra completamente el interés comercial de Nvidia, sino que también mantiene el control sobre la tecnología más avanzada.

NVIDIA está diseñando una “versión china de Blackwell” con un recorte de rendimiento del 30% al 50%, con la esperanza de retener parte del mercado dentro del marco regulatorio. Sin embargo, aún no está claro si el plan será aprobado. Los chips con rendimiento recortado aún podrían violar las regulaciones de control de exportaciones de EE. UU., ya que los criterios de evaluación no solo se basan en el valor absoluto del rendimiento, sino también en las posibles aplicaciones militares y el riesgo de proliferación de tecnología. Además, incluso si se aprueba, el atractivo comercial de la versión degradada de Blackwell se vería seriamente afectado, y los clientes chinos podrían recurrir a otras alternativas.

Puntos clave de la controversia de Nvidia Blackwell

Mejora del rendimiento: capacidad de cálculo 3 veces superior a la H100, rendimiento de inferencia 15 veces superior

Dependencia del mercado: China solía representar el 20-25% de los ingresos de Nvidia.

Estrategia de Jen-Hsun Huang: Lobbying frecuente en Washington, casi todas las noches hablando por teléfono con Trump.

Solución de compromiso: diseño con rendimiento reducido en un 30-50% de la “versión china”

Oposición: El Secretario de Estado, el Representante de Comercio y el Secretario de Comercio casi unánimemente se oponen.

Trump se pronuncia: “En ciertos niveles” se puede colaborar, pero la versión más alta está prohibida.

Oportunidades y pérdidas de la Cumbre de Busan

La cumbre de Busan se consideraba originalmente como una oportunidad clave para la relajación de las relaciones entre China y Estados Unidos. La parte estadounidense esperaba obtener la restauración de las exportaciones de materiales magnéticos de tierras raras de China a cambio de la reducción de algunos aranceles, mientras que Beijing esperaba que Estados Unidos flexibilizara su prohibición sobre los chips de IA. Al final, aunque ambos países anunciaron la reanudación de parte del comercio de productos agrícolas y la suspensión de la imposición de algunos aranceles, no se logró un acuerdo revolucionario en el ámbito de la alta tecnología.

Para China, este resultado significa que será difícil obtener suministros de chips avanzados en el corto plazo, lo que retrasará su proceso de autodeterminación en inteligencia artificial y semiconductores. China se ve obligada a seguir dependiendo de la investigación y desarrollo independiente y de canales informales como el contrabando para obtener chips. Sin embargo, a largo plazo, el bloqueo podría acelerar la autodeterminación tecnológica de China. Históricamente, Japón, Corea del Sur y Taiwán han desarrollado sus propias industrias de semiconductores bajo la presión de bloqueos o restricciones tecnológicas de Estados Unidos. China cuenta con un gran mercado, suficiente capital y muchos ingenieros; si se le da suficiente tiempo, podría lograr la autonomía en chips en un plazo de 5 a 10 años.

Para Estados Unidos, se mantuvo la “ventana de liderazgo tecnológico” estratégica. Al limitar la exportación de chips avanzados, Estados Unidos ha retrasado la velocidad de mejora de las capacidades de IA de China, ganando tiempo de ventaja estratégica para sí mismo. Sin embargo, esta estrategia también tiene un costo: NVIDIA pierde enormes ingresos, China acelera su desamericanización, y los países aliados pueden, bajo presión, vender chips alternativos a China.

Críticas del Congreso y la lucha por el dominio de la capacidad de cálculo

Al mismo tiempo, el Congreso de los Estados Unidos y los grupos de reflexión también están intensificando la contraofensiva contra las actividades de cabildeo de NVIDIA. La “Comisión Especial sobre China” de la Cámara de Representantes incluso criticó las declaraciones públicas de Jen-Hsun Huang como “ingenuas y peligrosas”, y comparó la carrera por la IA con la carrera armamentista nuclear de la Guerra Fría. Esta metáfora revela la percepción estratégica de Washington sobre la IA: la IA no solo es una herramienta comercial, sino también la base de la seguridad nacional y la hegemonía global.

El portavoz de la Casa Blanca, Kush Desai, declaró: “El presidente Trump escucha las voces de todos los sectores al formular políticas, incluyendo las opiniones de los líderes empresariales más importantes. Pero la decisión final siempre se toma con el único objetivo del máximo interés del pueblo estadounidense.” Esta declaración muestra que Trump, al remodelar la política comercial tecnológica, intenta equilibrar las tres presiones de “intereses empresariales, competencia geopolítica y política electoral.”

A pesar de que la exportación de Blackwell está obstaculizada, Nvidia sigue buscando soluciones de compromiso. En agosto de este año, Trump propuso flexibilizar la exportación del antiguo chip H20, con la condición de que las empresas debían entregar el 15% de sus ingresos por ventas en China, pero el plan fue posteriormente rechazado por las autoridades chinas, lo que llevó a una drástica reducción en las ventas de Nvidia en el país. Actualmente, Nvidia sigue esperando la aprobación de Washington para que su “versión de baja potencia de Blackwell” entre en el mercado chino. Trump planea visitar Pekín en abril de 2025, y Jen-Hsun Huang prevé continuar impulsando el tema de la exportación de chips antes y después de su viaje.

La lucha política sobre la exportación de chips de IA ha superado la simple competencia comercial, convirtiéndose en un microcosmos de la geopolítica y la hegemonía tecnológica. En el contexto de una acelerada carrera armamentista en la industria de IA global, cada decisión tomada por la administración de Trump afecta las estrategias de mercado, empresariales y nacionales. Como dijo un asesor económico de la Casa Blanca: “No se trata solo de decisiones sobre chips, sino de la lucha por quién controla el poder de cálculo en el siglo XXI.”

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