El cofundador de Samourai Wallet, William Lonergan Hill, fue condenado a cuatro años de prisión por operar un servicio de mezcla de Activos Cripto. Los fiscales afirmaron que el servicio ayudó a los criminales a “blanquear cientos de millones de dólares en dinero negro”. Fue sentenciado el miércoles en el Tribunal de Distrito del Sur de Nueva York, aproximadamente dos semanas después de que su ex colega, Keonne Rodriguez, fuera condenado.
Los cofundadores de Samourai Wallet se declaran culpables y son condenados en dos semanas
(fuente: Departamento de Justicia de los Estados Unidos)
William Longanagan Hill fue condenado el miércoles en el Tribunal de Distrito Federal del Sur de Nueva York, aproximadamente dos semanas después de que su ex colega Keon Rodríguez también fue sentenciado a un máximo de cinco años de prisión por el mismo tribunal. Rodríguez había sido CEO de la empresa Samourai, mientras que Hill era el CTO. Ambos se declararon culpables en julio de este año después de haber negado inicialmente los cargos el año pasado. Este ritmo rápido de sentencias muestra la política de cero tolerancia del Departamento de Justicia de EE. UU. hacia los servicios de mezcla de encriptación.
Samourai Wallet es una aplicación de billetera de bitcoin centrada en la privacidad, que ofrece servicios de mezcla para mejorar la privacidad de las transacciones. El funcionamiento del servicio de mezcla consiste en combinar los activos cripto de múltiples usuarios, lo que dificulta el rastreo del origen y destino de una sola transacción. Esta técnica es considerada una herramienta legítima para proteger la privacidad en la comunidad de activos cripto, pero ante los ojos de las autoridades, se ha convertido en un arma para el lavado de dinero de los delincuentes.
“La sentencia impuesta al acusado transmite un mensaje claro: el lavado de dinero, independientemente de la técnica utilizada y ya sea que los ingresos se presenten en forma de moneda fiduciaria o Activos Cripto, enfrentará graves consecuencias”, dijo el fiscal estadounidense Nicholas Ross en un comunicado. Esta declaración deja claro que el gobierno de los Estados Unidos no acepta la defensa de “neutralidad técnica”, y que incluso los desarrolladores de herramientas que protegen la privacidad podrían asumir responsabilidad penal por el abuso de sus servicios.
Detalles del fallo de los dos fundadores
Guillermo Rodríguez (CEO): Máxima de cinco años de prisión, tres años de libertad supervisada, multa de 250,000 dólares.
William Lonergan Hill (CTO): Cuatro años de prisión, tres años de liberación bajo supervisión, multa de 250,000 dólares.
Confiscación conjunta de activos: más de 6.3 millones de dólares
La diferencia de edad entre Rodríguez, de 37 años, y Hill, de 67, también es notable. Para Hill, como un experto técnico de 67 años, cuatro años de prisión podrían significar un impacto más grave en su salud y vida. Esta dura sentencia refleja la postura firme del sistema judicial estadounidense frente a los crímenes de Activos Cripto, sin importar la edad o el trasfondo del acusado.
La fiscalía acusa: «Aplicaciones que buscan transferir activos de crimen»
En agosto, el fiscal indicó que Samourai Wallet es una aplicación “destinada a transferir activos cripto criminales”, y que Hill y Rodríguez sabían que se utilizaba para ocultar fondos. La clave de esta acusación radica en la palabra “saber”, lo que significa que la fiscalía considera que los dos fundadores no solo proporcionaron herramientas tecnológicas, sino que eran conscientes de que dichas herramientas se utilizaban para fines ilegales.
Las pruebas de la fiscalía pueden incluir registros de comunicaciones internas, comentarios de usuarios y análisis de datos de transacciones, que muestran que una proporción considerable de los usuarios de Samourai Wallet está involucrada en actividades ilegales. Sin embargo, la defensa puede argumentar que cualquier herramienta de protección de la privacidad puede ser mal utilizada, al igual que el efectivo o el software de encriptación, y que los desarrolladores no deben ser responsables por las acciones de los usuarios. Pero esta defensa claramente no logró convencer al tribunal.
El fiscal afirmó que el servicio ayuda a los delincuentes a “blanquear millones de dólares en dinero negro”. Aunque la fiscalía no divulgó la cantidad específica, la escala de “millones de dólares” indica que no se trata de un caso aislado, sino de una actividad de lavado de dinero sistemática. El servicio de mezcla de Samourai Wallet podría ser utilizado para blanquear rescates de ransomware, ganancias de transacciones en la dark web u otras fuentes de fondos ilegales.
Las dos personas han pagado más de 6.3 millones de dólares en concepto de confiscación, cifra que podría representar las ganancias ilegales o multas determinadas por la fiscalía. Esta sanción financiera, junto con la pena de prisión, constituye un doble golpe para los desarrolladores de herramientas de encriptación de privacidad, ya que les priva de libertad y les confisca bienes.
Caso de Tornado Cash: ¿Escribir código constituye un delito?
En los últimos años, los servicios de mezcla de Activos Cripto han sido el foco de atención de la fiscalía. Roman Storm, el desarrollador de Tornado Cash, fue acusado en 2023 de lavado de dinero, conspiración para operar un negocio de remesas sin licencia y violación de las regulaciones de sanciones. En agosto de este año, el jurado no pudo llegar a un consenso sobre las acusaciones de lavado de dinero y violación de sanciones, pero determinó que las acusaciones sobre el negocio de remesas de Storm eran fundadas.
Los casos de Tornado Cash y Samourai Wallet tienen muchas similitudes, pero también existen diferencias clave. Tornado Cash es un mezclador de contratos inteligentes basado en Ethereum, que una vez desplegado en la cadena de bloques, los desarrolladores teóricamente no pueden controlar o cerrar. En contraste, Samourai Wallet es un servicio centralizado, cuyo fundador mantiene el control sobre el sistema, lo que facilita a la fiscalía argumentar que son responsables del abuso del servicio.
En agosto de este año, el asistente del Fiscal General de la División de Crímenes del Departamento de Justicia, Matthew J. Galatioto, declaró que “escribir código” no es un delito. Esta declaración intenta establecer límites: el desarrollo puro de código y la investigación académica deben ser protegidos, pero si los desarrolladores saben que sus herramientas están siendo utilizadas para actividades delictivas y obtienen ganancias de ello, podrían estar incurriendo en conspiración.
Al mismo tiempo, los defensores de los Activos Cripto han estado recaudando fondos para proporcionar asistencia legal a Storm, y han instado a los legisladores a proteger los derechos de los desarrolladores de software mientras deliberan sobre cómo regular la industria de los activos digitales. Esta iniciativa refleja la preocupación de la comunidad cripto por la sobreregulación gubernamental, ya que consideran que la privacidad es un derecho humano fundamental y que los desarrolladores de herramientas de protección de la privacidad no deberían ser responsables por las acciones de los usuarios malintencionados.
El futuro de la encriptación de la privacidad y el dilema regulatorio
La sentencia del caso Samourai Wallet ha tenido un efecto disuasorio en la industria de herramientas de privacidad de Activos Cripto. Muchos desarrolladores de monederos de privacidad y servicios de mezcla pueden reevaluar sus riesgos legales, y algunos pueden optar por cerrar sus servicios o trasladarse a jurisdicciones con regulaciones más laxas. Esta presión regulatoria podría impulsar el desarrollo de tecnologías de privacidad encriptación hacia una dirección completamente descentralizada, de modo que no haya una sola entidad que pueda ser responsabilizada.
Sin embargo, las herramientas de privacidad completamente descentralizadas también presentan nuevos desafíos. Pueden ser más difíciles de regular y más susceptibles de ser mal utilizadas. La tensión entre los reguladores y la comunidad cripto radica en que los primeros se centran en combatir el crimen, mientras que los segundos enfatizan el derecho a la privacidad y la libertad financiera. Encontrar un punto de equilibrio requiere un desarrollo más detallado de la legislación y la jurisprudencia.
Para los usuarios de Activos Cripto comunes, el mensaje que transmiten estos casos es: el uso de herramientas de protección de la privacidad no es completamente seguro, incluso si la herramienta en sí es legal, si se considera que se participa en transacciones sospechosas, los usuarios también pueden enfrentarse a investigaciones. Esto puede reducir la tasa de adopción de las herramientas de privacidad, pero también puede impulsar el desarrollo de soluciones de privacidad más transparentes y conforme a la normativa.
La confesión y condena de los dos fundadores de Samourai Wallet marcan una nueva etapa en la regulación de herramientas de privacidad encriptadas en Estados Unidos. Las decisiones en casos similares en el futuro moldearán aún más los límites legales en este ámbito, determinando el equilibrio entre la protección de la privacidad y la lucha contra el lavado de dinero.
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¡Los cofundadores de Samourai Wallet han caído por completo! Condenas consecutivas en dos semanas, la revolución de la privacidad ha desaparecido.
El cofundador de Samourai Wallet, William Lonergan Hill, fue condenado a cuatro años de prisión por operar un servicio de mezcla de Activos Cripto. Los fiscales afirmaron que el servicio ayudó a los criminales a “blanquear cientos de millones de dólares en dinero negro”. Fue sentenciado el miércoles en el Tribunal de Distrito del Sur de Nueva York, aproximadamente dos semanas después de que su ex colega, Keonne Rodriguez, fuera condenado.
Los cofundadores de Samourai Wallet se declaran culpables y son condenados en dos semanas
(fuente: Departamento de Justicia de los Estados Unidos)
William Longanagan Hill fue condenado el miércoles en el Tribunal de Distrito Federal del Sur de Nueva York, aproximadamente dos semanas después de que su ex colega Keon Rodríguez también fue sentenciado a un máximo de cinco años de prisión por el mismo tribunal. Rodríguez había sido CEO de la empresa Samourai, mientras que Hill era el CTO. Ambos se declararon culpables en julio de este año después de haber negado inicialmente los cargos el año pasado. Este ritmo rápido de sentencias muestra la política de cero tolerancia del Departamento de Justicia de EE. UU. hacia los servicios de mezcla de encriptación.
Samourai Wallet es una aplicación de billetera de bitcoin centrada en la privacidad, que ofrece servicios de mezcla para mejorar la privacidad de las transacciones. El funcionamiento del servicio de mezcla consiste en combinar los activos cripto de múltiples usuarios, lo que dificulta el rastreo del origen y destino de una sola transacción. Esta técnica es considerada una herramienta legítima para proteger la privacidad en la comunidad de activos cripto, pero ante los ojos de las autoridades, se ha convertido en un arma para el lavado de dinero de los delincuentes.
“La sentencia impuesta al acusado transmite un mensaje claro: el lavado de dinero, independientemente de la técnica utilizada y ya sea que los ingresos se presenten en forma de moneda fiduciaria o Activos Cripto, enfrentará graves consecuencias”, dijo el fiscal estadounidense Nicholas Ross en un comunicado. Esta declaración deja claro que el gobierno de los Estados Unidos no acepta la defensa de “neutralidad técnica”, y que incluso los desarrolladores de herramientas que protegen la privacidad podrían asumir responsabilidad penal por el abuso de sus servicios.
Detalles del fallo de los dos fundadores
Guillermo Rodríguez (CEO): Máxima de cinco años de prisión, tres años de libertad supervisada, multa de 250,000 dólares.
William Lonergan Hill (CTO): Cuatro años de prisión, tres años de liberación bajo supervisión, multa de 250,000 dólares.
Confiscación conjunta de activos: más de 6.3 millones de dólares
La diferencia de edad entre Rodríguez, de 37 años, y Hill, de 67, también es notable. Para Hill, como un experto técnico de 67 años, cuatro años de prisión podrían significar un impacto más grave en su salud y vida. Esta dura sentencia refleja la postura firme del sistema judicial estadounidense frente a los crímenes de Activos Cripto, sin importar la edad o el trasfondo del acusado.
La fiscalía acusa: «Aplicaciones que buscan transferir activos de crimen»
En agosto, el fiscal indicó que Samourai Wallet es una aplicación “destinada a transferir activos cripto criminales”, y que Hill y Rodríguez sabían que se utilizaba para ocultar fondos. La clave de esta acusación radica en la palabra “saber”, lo que significa que la fiscalía considera que los dos fundadores no solo proporcionaron herramientas tecnológicas, sino que eran conscientes de que dichas herramientas se utilizaban para fines ilegales.
Las pruebas de la fiscalía pueden incluir registros de comunicaciones internas, comentarios de usuarios y análisis de datos de transacciones, que muestran que una proporción considerable de los usuarios de Samourai Wallet está involucrada en actividades ilegales. Sin embargo, la defensa puede argumentar que cualquier herramienta de protección de la privacidad puede ser mal utilizada, al igual que el efectivo o el software de encriptación, y que los desarrolladores no deben ser responsables por las acciones de los usuarios. Pero esta defensa claramente no logró convencer al tribunal.
El fiscal afirmó que el servicio ayuda a los delincuentes a “blanquear millones de dólares en dinero negro”. Aunque la fiscalía no divulgó la cantidad específica, la escala de “millones de dólares” indica que no se trata de un caso aislado, sino de una actividad de lavado de dinero sistemática. El servicio de mezcla de Samourai Wallet podría ser utilizado para blanquear rescates de ransomware, ganancias de transacciones en la dark web u otras fuentes de fondos ilegales.
Las dos personas han pagado más de 6.3 millones de dólares en concepto de confiscación, cifra que podría representar las ganancias ilegales o multas determinadas por la fiscalía. Esta sanción financiera, junto con la pena de prisión, constituye un doble golpe para los desarrolladores de herramientas de encriptación de privacidad, ya que les priva de libertad y les confisca bienes.
Caso de Tornado Cash: ¿Escribir código constituye un delito?
En los últimos años, los servicios de mezcla de Activos Cripto han sido el foco de atención de la fiscalía. Roman Storm, el desarrollador de Tornado Cash, fue acusado en 2023 de lavado de dinero, conspiración para operar un negocio de remesas sin licencia y violación de las regulaciones de sanciones. En agosto de este año, el jurado no pudo llegar a un consenso sobre las acusaciones de lavado de dinero y violación de sanciones, pero determinó que las acusaciones sobre el negocio de remesas de Storm eran fundadas.
Los casos de Tornado Cash y Samourai Wallet tienen muchas similitudes, pero también existen diferencias clave. Tornado Cash es un mezclador de contratos inteligentes basado en Ethereum, que una vez desplegado en la cadena de bloques, los desarrolladores teóricamente no pueden controlar o cerrar. En contraste, Samourai Wallet es un servicio centralizado, cuyo fundador mantiene el control sobre el sistema, lo que facilita a la fiscalía argumentar que son responsables del abuso del servicio.
En agosto de este año, el asistente del Fiscal General de la División de Crímenes del Departamento de Justicia, Matthew J. Galatioto, declaró que “escribir código” no es un delito. Esta declaración intenta establecer límites: el desarrollo puro de código y la investigación académica deben ser protegidos, pero si los desarrolladores saben que sus herramientas están siendo utilizadas para actividades delictivas y obtienen ganancias de ello, podrían estar incurriendo en conspiración.
Al mismo tiempo, los defensores de los Activos Cripto han estado recaudando fondos para proporcionar asistencia legal a Storm, y han instado a los legisladores a proteger los derechos de los desarrolladores de software mientras deliberan sobre cómo regular la industria de los activos digitales. Esta iniciativa refleja la preocupación de la comunidad cripto por la sobreregulación gubernamental, ya que consideran que la privacidad es un derecho humano fundamental y que los desarrolladores de herramientas de protección de la privacidad no deberían ser responsables por las acciones de los usuarios malintencionados.
El futuro de la encriptación de la privacidad y el dilema regulatorio
La sentencia del caso Samourai Wallet ha tenido un efecto disuasorio en la industria de herramientas de privacidad de Activos Cripto. Muchos desarrolladores de monederos de privacidad y servicios de mezcla pueden reevaluar sus riesgos legales, y algunos pueden optar por cerrar sus servicios o trasladarse a jurisdicciones con regulaciones más laxas. Esta presión regulatoria podría impulsar el desarrollo de tecnologías de privacidad encriptación hacia una dirección completamente descentralizada, de modo que no haya una sola entidad que pueda ser responsabilizada.
Sin embargo, las herramientas de privacidad completamente descentralizadas también presentan nuevos desafíos. Pueden ser más difíciles de regular y más susceptibles de ser mal utilizadas. La tensión entre los reguladores y la comunidad cripto radica en que los primeros se centran en combatir el crimen, mientras que los segundos enfatizan el derecho a la privacidad y la libertad financiera. Encontrar un punto de equilibrio requiere un desarrollo más detallado de la legislación y la jurisprudencia.
Para los usuarios de Activos Cripto comunes, el mensaje que transmiten estos casos es: el uso de herramientas de protección de la privacidad no es completamente seguro, incluso si la herramienta en sí es legal, si se considera que se participa en transacciones sospechosas, los usuarios también pueden enfrentarse a investigaciones. Esto puede reducir la tasa de adopción de las herramientas de privacidad, pero también puede impulsar el desarrollo de soluciones de privacidad más transparentes y conforme a la normativa.
La confesión y condena de los dos fundadores de Samourai Wallet marcan una nueva etapa en la regulación de herramientas de privacidad encriptadas en Estados Unidos. Las decisiones en casos similares en el futuro moldearán aún más los límites legales en este ámbito, determinando el equilibrio entre la protección de la privacidad y la lucha contra el lavado de dinero.