Las nuevas regulaciones de encriptación en Hungría golpean duramente a la industria: las transacciones no autorizadas pueden recibir hasta 8 años de prisión.
Hungría: la regulación de la encriptación se endurece: nuevas normas podrían hacer que las transacciones diarias enfrenten riesgos legales
Las nuevas políticas de regulación de encriptación recientemente lanzadas en Hungría han suscitado una amplia atención en la industria. Las nuevas reglas han incluido las actividades de encriptación no autorizadas en el ámbito de la persecución penal, convirtiendo a Hungría en uno de los países con la postura más estricta hacia la encriptación dentro de la Unión Europea. Este repentino cambio de política podría poner en riesgo legal las transacciones diarias de encriptación.
Según la última legislación, realizar transacciones de encriptación en plataformas no autorizadas puede enfrentar hasta 8 años de prisión. Esta nueva norma, que entra en vigor el 1 de julio, ha tenido un gran impacto en la industria de la tecnología financiera, obligando a varias grandes empresas a suspender sus servicios en Hungría, afectando a millones de usuarios.
Expertos de la industria advierten que esta política podría provocar una fuga masiva de capitales, al mismo tiempo que expone a los inversores a la incertidumbre legal.
Nuevas regulaciones: Las transacciones de encriptación no autorizadas pueden enfrentar sanciones severas
El Código Penal revisado de Hungría ha añadido los delitos de "abuso de encriptación" y "ofrecimiento de servicios de intercambio de encriptación no autorizados".
Según la nueva ley, cualquier persona que realice transacciones de encriptación en una plataforma sin permiso puede ser condenada a un máximo de 2 años de prisión. Si el monto de la transacción supera los 50 millones de forintos húngaros (aproximadamente 140,000 dólares estadounidenses), la pena puede llegar a 3 años; si el monto de la transacción supera los 500 millones de forintos, la pena se extenderá a 5 años.
Para los proveedores de servicios que operan sin la licencia de aprobación del gobierno, la ley establece las sanciones más severas, que pueden llegar hasta 8 años de prisión.
Según informes, alrededor de 500,000 ciudadanos húngaros utilizan ingresos legales para invertir en encriptación de activos. Sin embargo, bajo el nuevo marco de escala borroso, muchos de estos usuarios podrían enfrentar el riesgo de cargos penales debido a actividades de encriptación pasadas o en curso.
Una persona informada dijo: "Los usuarios comunes pueden enfrentar el riesgo de ser demandados simplemente por administrar sus inversiones como de costumbre. Esta ley comenzó a implementarse sin que se hayan publicado guías de cumplimiento, y nadie sabe cómo seguirla."
Es importante señalar que la Autoridad de Supervisión Financiera de Hungría (SZTFH) tiene 60 días para establecer mecanismos de ejecución y cumplimiento, pero el entorno legal actual sigue siendo incierto.
La nueva ley también requiere que todas las encriptaciones de transacciones, ya sea que se cambien tokens por moneda fiduciaria o se intercambien por otros tokens, deben ser revisadas por "validadores" autorizados y emitir un certificado de cumplimiento. Las transacciones sin este certificado de cumplimiento se considerarán legalmente inválidas, y participar en este tipo de transacciones puede desencadenar sanciones penales.
A pesar de que la ley establece que las transacciones por debajo de ciertos umbrales pueden ser exentas, aún no se han establecido criterios claros de exención.
Medidas de las empresas de tecnología financiera: Suspensión de servicios para evitar riesgos
La incertidumbre legal ha llevado a los principales participantes del mercado a actuar. El 9 de julio, un nuevo banco con sede en Londres anunció la suspensión de todos los servicios de encriptación "hasta nuevo aviso". La empresa tiene más de 2 millones de usuarios en Hungría.
Los usuarios aún pueden transferir sus activos encriptación existentes a billeteras externas, pero los servicios de compra, recarga y staking han sido completamente congelados. La empresa indicó que la suspensión de las operaciones es para asegurar el cumplimiento total con la legislación nacional de Hungría y el nuevo marco regulatorio de encriptación de la UE, MiCA.
La empresa está actualmente solicitando la autorización de MiCA a través de su entidad en la UE, pero el requisito adicional de la licencia local por parte del banco central de Hungría complica aún más el proceso. Hasta el 7 de julio, la empresa también ha congelado por completo el saldo de encriptación de activos, e incluso ha cerrado la función de venta de tokens.
La empresa enfatizó que esta medida es temporal y agregó que "está trabajando para restablecer el servicio lo antes posible una vez que el camino regulatorio sea más claro".
La política de Hungría va en contra de las tendencias regulatorias de la UE
El momento de la represión de las transacciones encriptadas en Hungría es especialmente singular, ya que el marco regulatorio MiCA de la UE también entró en vigor el 1 de julio. MiCA tiene como objetivo establecer un marco legal unificado para el mercado encriptado en toda la UE, y varios países miembros han optado por retrasar su implementación para asegurar una transición suave. Sin embargo, Hungría va en contra de este camino de coordinación.
Un analista dijo: "Es difícil de entender por qué Hungría implementa regulaciones tan estrictas justo cuando la UE acaba de establecer un estándar unificado. Esto causará una gran incertidumbre legal y afectará la innovación en tecnología financiera."
Sin embargo, la represión de la encriptación parece ser solo una parte de una tendencia política más amplia en Hungría. El gobierno también ha implementado regulaciones que limitan la participación accionaria de empresas extranjeras y ha introducido leyes que asignan parte de las donaciones de los ciudadanos al estado.
Los críticos argumentan que estas políticas afectan principalmente a los votantes con mayor nivel educativo en las ciudades, y este grupo suele no apoyar al partido en el poder.
A pesar de que se considera poco probable que haya acciones legales contra plataformas de intercambio reconocidas a nivel mundial, las empresas registradas en Hungría y los usuarios locales ahora enfrentan riesgos legales. Esto ha llevado a una paradoja: las plataformas extranjeras pueden seguir ofreciendo servicios a clientes húngaros casi sin enfrentar consecuencias, mientras que las empresas locales pueden ser demandadas.
El banco central de Hungría anunció el 3 de julio que excluiría la encriptación de las reservas oficiales, lo que agravaría aún más el ambiente de restricciones, argumentando que los activos encriptados son muy volátiles y su regulación es incierta.
El banco central indicó: "Se debe priorizar la estabilidad y fiabilidad de los activos de reserva." Al mismo tiempo, reafirmó su preferencia por activos tradicionales como el oro y las monedas fiduciarias.
Esta serie de tendencias políticas ha generado preocupaciones en la industria sobre el futuro desarrollo de la encriptación en Hungría. La incertidumbre del entorno regulatorio podría obstaculizar la innovación y colocar a Hungría en una posición desfavorable en la competencia global de fintech. En el futuro, encontrar un equilibrio entre proteger los intereses de los inversores y promover el desarrollo de la industria será un importante desafío para el gobierno húngaro.
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LiquidityWitch
· 07-21 13:01
Rug Pull y listo, lleva la moneda y retírate rápido.
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ForkTongue
· 07-21 05:42
8 años de prisión ¿Quién es tan cruel?
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LuckyBlindCat
· 07-18 14:02
¿La comida en esta prisión es suficiente?
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LadderToolGuy
· 07-18 13:56
Sentado esperando la fuga de capitales, tontos cambiando de lugar para ser tomados por tontos.
Las nuevas regulaciones de encriptación en Hungría golpean duramente a la industria: las transacciones no autorizadas pueden recibir hasta 8 años de prisión.
Hungría: la regulación de la encriptación se endurece: nuevas normas podrían hacer que las transacciones diarias enfrenten riesgos legales
Las nuevas políticas de regulación de encriptación recientemente lanzadas en Hungría han suscitado una amplia atención en la industria. Las nuevas reglas han incluido las actividades de encriptación no autorizadas en el ámbito de la persecución penal, convirtiendo a Hungría en uno de los países con la postura más estricta hacia la encriptación dentro de la Unión Europea. Este repentino cambio de política podría poner en riesgo legal las transacciones diarias de encriptación.
Según la última legislación, realizar transacciones de encriptación en plataformas no autorizadas puede enfrentar hasta 8 años de prisión. Esta nueva norma, que entra en vigor el 1 de julio, ha tenido un gran impacto en la industria de la tecnología financiera, obligando a varias grandes empresas a suspender sus servicios en Hungría, afectando a millones de usuarios.
Expertos de la industria advierten que esta política podría provocar una fuga masiva de capitales, al mismo tiempo que expone a los inversores a la incertidumbre legal.
Nuevas regulaciones: Las transacciones de encriptación no autorizadas pueden enfrentar sanciones severas
El Código Penal revisado de Hungría ha añadido los delitos de "abuso de encriptación" y "ofrecimiento de servicios de intercambio de encriptación no autorizados".
Según la nueva ley, cualquier persona que realice transacciones de encriptación en una plataforma sin permiso puede ser condenada a un máximo de 2 años de prisión. Si el monto de la transacción supera los 50 millones de forintos húngaros (aproximadamente 140,000 dólares estadounidenses), la pena puede llegar a 3 años; si el monto de la transacción supera los 500 millones de forintos, la pena se extenderá a 5 años.
Para los proveedores de servicios que operan sin la licencia de aprobación del gobierno, la ley establece las sanciones más severas, que pueden llegar hasta 8 años de prisión.
Según informes, alrededor de 500,000 ciudadanos húngaros utilizan ingresos legales para invertir en encriptación de activos. Sin embargo, bajo el nuevo marco de escala borroso, muchos de estos usuarios podrían enfrentar el riesgo de cargos penales debido a actividades de encriptación pasadas o en curso.
Una persona informada dijo: "Los usuarios comunes pueden enfrentar el riesgo de ser demandados simplemente por administrar sus inversiones como de costumbre. Esta ley comenzó a implementarse sin que se hayan publicado guías de cumplimiento, y nadie sabe cómo seguirla."
Es importante señalar que la Autoridad de Supervisión Financiera de Hungría (SZTFH) tiene 60 días para establecer mecanismos de ejecución y cumplimiento, pero el entorno legal actual sigue siendo incierto.
La nueva ley también requiere que todas las encriptaciones de transacciones, ya sea que se cambien tokens por moneda fiduciaria o se intercambien por otros tokens, deben ser revisadas por "validadores" autorizados y emitir un certificado de cumplimiento. Las transacciones sin este certificado de cumplimiento se considerarán legalmente inválidas, y participar en este tipo de transacciones puede desencadenar sanciones penales.
A pesar de que la ley establece que las transacciones por debajo de ciertos umbrales pueden ser exentas, aún no se han establecido criterios claros de exención.
Medidas de las empresas de tecnología financiera: Suspensión de servicios para evitar riesgos
La incertidumbre legal ha llevado a los principales participantes del mercado a actuar. El 9 de julio, un nuevo banco con sede en Londres anunció la suspensión de todos los servicios de encriptación "hasta nuevo aviso". La empresa tiene más de 2 millones de usuarios en Hungría.
Los usuarios aún pueden transferir sus activos encriptación existentes a billeteras externas, pero los servicios de compra, recarga y staking han sido completamente congelados. La empresa indicó que la suspensión de las operaciones es para asegurar el cumplimiento total con la legislación nacional de Hungría y el nuevo marco regulatorio de encriptación de la UE, MiCA.
La empresa está actualmente solicitando la autorización de MiCA a través de su entidad en la UE, pero el requisito adicional de la licencia local por parte del banco central de Hungría complica aún más el proceso. Hasta el 7 de julio, la empresa también ha congelado por completo el saldo de encriptación de activos, e incluso ha cerrado la función de venta de tokens.
La empresa enfatizó que esta medida es temporal y agregó que "está trabajando para restablecer el servicio lo antes posible una vez que el camino regulatorio sea más claro".
La política de Hungría va en contra de las tendencias regulatorias de la UE
El momento de la represión de las transacciones encriptadas en Hungría es especialmente singular, ya que el marco regulatorio MiCA de la UE también entró en vigor el 1 de julio. MiCA tiene como objetivo establecer un marco legal unificado para el mercado encriptado en toda la UE, y varios países miembros han optado por retrasar su implementación para asegurar una transición suave. Sin embargo, Hungría va en contra de este camino de coordinación.
Un analista dijo: "Es difícil de entender por qué Hungría implementa regulaciones tan estrictas justo cuando la UE acaba de establecer un estándar unificado. Esto causará una gran incertidumbre legal y afectará la innovación en tecnología financiera."
Sin embargo, la represión de la encriptación parece ser solo una parte de una tendencia política más amplia en Hungría. El gobierno también ha implementado regulaciones que limitan la participación accionaria de empresas extranjeras y ha introducido leyes que asignan parte de las donaciones de los ciudadanos al estado.
Los críticos argumentan que estas políticas afectan principalmente a los votantes con mayor nivel educativo en las ciudades, y este grupo suele no apoyar al partido en el poder.
A pesar de que se considera poco probable que haya acciones legales contra plataformas de intercambio reconocidas a nivel mundial, las empresas registradas en Hungría y los usuarios locales ahora enfrentan riesgos legales. Esto ha llevado a una paradoja: las plataformas extranjeras pueden seguir ofreciendo servicios a clientes húngaros casi sin enfrentar consecuencias, mientras que las empresas locales pueden ser demandadas.
El banco central de Hungría anunció el 3 de julio que excluiría la encriptación de las reservas oficiales, lo que agravaría aún más el ambiente de restricciones, argumentando que los activos encriptados son muy volátiles y su regulación es incierta.
El banco central indicó: "Se debe priorizar la estabilidad y fiabilidad de los activos de reserva." Al mismo tiempo, reafirmó su preferencia por activos tradicionales como el oro y las monedas fiduciarias.
Esta serie de tendencias políticas ha generado preocupaciones en la industria sobre el futuro desarrollo de la encriptación en Hungría. La incertidumbre del entorno regulatorio podría obstaculizar la innovación y colocar a Hungría en una posición desfavorable en la competencia global de fintech. En el futuro, encontrar un equilibrio entre proteger los intereses de los inversores y promover el desarrollo de la industria será un importante desafío para el gobierno húngaro.